XXII

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 «Am I asleep, am I awake, or somewhere in between? I can't believe that you are here and lying next to me or did I dream that we were perfectly entwined? Like branches on a tree, or twigs caught on a vine?» 




1 año después.

Hogwarts había terminado para ellos. Unos días atrás se habían graduado de la escuela por la que dieron todo. La nostalgia aún la golpeaba, no sólo extrañaba el colegio, si no también  su novio.

Se cumplía exactamente 1 año ese día, pero no estaba segura si él saldría de ese horrible lugar. Temía no volver a verlo. No le habían dicho nada, ni siquiera Harry que lo sabía todo. Se lo había preguntado algunos días antes:

  —Harry, ¿sabes qué día volverá Draco? Debo preparar todo, y avisarle a Narcissa. 

 —Lo siento, Hermione, no puedo hablar ahora. —esa había sido su respuesta.

Entendía que estaba ocupado siendo el jefe del departamento de aurores, pero le molestó no obtener ninguna respuesta concreta. Y ahora estaba allí, en el Ministerio, haciendo su trabajo, pero con la duda de si su novio volvería, y el temor de que no lo haga.

Ya entrada la tarde, regresó al departamento en el que vivía. Estaba ubicado en el centro de Londres, un lugar que le agradaba a pesar de que en la zona había mucho ruido. Lo primero que hizo al llegar fue darle de comer a Crookshanks, luego preparó una taza de té para ella, y se sentó en su sillón a leer un libro. 

No había podido leer mucho cuando el timbre comenzó a sonar. Se acercó a la puerta sin mirarse en el espejo antes, pensando que probablemente sería Harry con malas noticias. Pero al abrir la puerta, se encontró con otra cosa.

Draco estaba frente a ella.

Ambos se quedaron sin palabras, y sin aire también. Se miraron como si fuera la primera vez lo que hacían. 

  —Hermione. —susurró el rubio, casi sin creer que después de tanto estaba allí, contemplándola. 

La castaña lo abrazó como si nunca lo hubiese hecho, y Draco la sostuvo tan fuerte contra su pecho que por un momento temió romperla. Así se quedaron, sin medir el tiempo. Draco acariciaba el pelo de Hermione, e aspiraba su olor a canela que prevalecía en el ambiente. 

  —No sabes cuanto he esperado por esto. —dijo él, tomando el rostro de ella en sus manos y besándola con ternura y anhelo. Una lágrima cayó por la mejilla de Hermione.

  —Ven, pasa. No podemos quedarnos para siempre en el pasillo —habló después de besarlo, tomando su mano y guiándolo al interior del departamento. Cerró la puerta, y se volteó, colocando sus brazos alrededor de su cuello—.  Te he extrañado tanto. —dijo, y lo besó.

Él sonrió en medio del beso.

Estuvieron largo rato abrazados, besándose, compensando el tiempo que habían estado separados.

  —No quiero volver a dejarte nunca. —le susurraba Draco al oído, y Hermione lo besaba a modo de respuesta.

Luego de algunas horas, Narcissa, Andrómeda con el pequeño Teddy, Theodore Nott, Blaise Zabini, Pansy Parkinson, y Harry Potter, llegaron juntos al departamento.

  — ¿Cómo lo sabían? —inquirió Hermione luego de saludarlos.

  —Harry nos lo dijo. Él lo sabía. —respondió Pansy amablemente, dándole un abrazo a la gryffindor.

Falling in love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora