Falling in love.

XXIV

«And in the end, the love you take is equal to the love you make» 

Su madre entró al cuarto. Draco se encontraba frente al espejo, de espaldas.

-No te permito que llores. -le dijo apenas la vio.

Narcissa lo observó a través del espejo, con un amor tan profundo.

-Hijo... No puedo creerlo. -comenzó a decir.

-No más lágrimas, por Merlín. -rogó.

-Es sólo... Estoy tan feliz por ti. -dijo sinceramente. Él se dio vuelta y la abrazó con fuerzas.

-Ahora ve -le dijo-. Tienes que recibir a los invitados, mamá.

Ella asintió, volvió a abrazarlo rápidamente, y se marchó.

Soltó un largo suspiro al verse de nuevo en el espejo. Estaba nervioso y no podía negarlo. No sabía que pensar, pues esperaba que lo malo llegara ya, todo parecía ser demasiado bueno últimamente y eso era raro para él, porque siempre que pasaba algo bueno venían diez cosas malas.

«No pasará nada malo» pensó. Quizás esta vez era la excepción, quizás esta vez iba a ser feliz.

Se miró por última vez y salió afuera, no sin antes soltar otro suspiro.

El vestido le quedaba un poco apretado, pero podía con ello. Su madre, Andrómeda, y Ginny estaban retocando su peinado y maquillaje.

-No entiendo por qué tengo que llevar maquillaje. Draco, y todos, me conocen sin esto.-se quejó.

-Herms, es tu boda. Debes estar más que hermosa.-respondió Ginny mientras le aplicaba brillo en los labios.

-A demás, no es muy maquillaje muy fuerte, hija. Sólo un retoque, ¿de acuerdo? Te ves asombrosa.-añadió Jean, su madre.

Andrómeda suspiró.

-Espero que te guste-dijo-. Es lo único que sé hacer.

Levantó un espejo para que Hermione pudiera ver cómo había quedado el peinado por la parte de atrás. Lo tenia semi-recogido, rulos caían por su espalda, y una hermosa tiara hecha con pequeñas perlas adornaba su cabello.

-Me encanta. -contestó sonriendo.

-¿Estamos listas? - preguntó Ginny, y las tres asintieron con nerviosismo. Se miraron entre ellas y comenzaron a reír.

-¡Vas a hacerlo, Herms! ¡Vas a casarte con Malfoy! Todavía no puedo creerlo. -dijo la pelirroja abrazando a su amiga.

-Merlín, ni lo digas. Yo tampoco puedo creerlo aún, ha pasado tanto... Recuerdo cuando me pidió que lo viera en la torre de astronomía, recuerdo que pensé que era una broma, y míranos aquí, a punto de casarnos. Todo parece tan irreal.-respondió.

-Vendré a buscarte cuando este todo listo, cariño. Te quiero.-le dijo su madre antes de abrazarla y marcharse junto a Andrómeda y Ginny.

Se quedó sola en la habitación, observando su reflejo en el espejo.

El vestido que portaba era en su mayoría gris. La parte de arriba era color piel, con detalles de brillos grises, y la parte de abajo era de tul gris, muchos de ellos, que salían disparados del vestido. (N/A: el que usó Emma en la premiere de Las reliquias de la muerte 2)