«Once in a lifetime it's just right, we are always safe, not even the bad guys in the dark night can take it all away, somehow it feels like nothing has changes, right now my heart is beating the same, out loud, someone's calling my name and it sounds like you»
Bajaron al salón, para encontrarse con el trio de oro. Efectivamente, Hermione estaba allí.
— ¿Es... él, Draco? —preguntó Lucius. Draco se paró frente a Harry, observándolo. Le habían lanzado algún hechizo, porque su cara estaba aún deformada, pero la inigualable cicatriz era visible. Por supuesto que era Harry Potter.
—N-no estoy seguro. —susurró el slytherin.
—Llévenlos al calabozo, si esta con el pelirrojo entonces es traidor a la sangre. Pero déjenme a la sangre sucia, nosotras tendremos una conversación de chicas. —dijo Bellatrix, riendo. Instintivamente, Draco levantó su vista hacia ella, con temor.
Harry y Ron fueron guiados hacia los calabozos. Ron no dejaba de gritar — ¡No la toquen! ¡Hermione! ¡No la lastimen!
Narcissa tomó el brazo de su hijo, guiándolo a la cocina. Él no podía apartar sus ojos de Hermione, quien estaba ahora en el piso, mirándolo directamente, llorando.
Le estaba pidiendo ayuda silenciosamente.
Los gritos empezaron a inundar la casa. Draco se movía de un lado a otro, sin saber qué hacer. Su madre le impedía la salida de la cocina.
— ¿De dónde sacaron la espada? ¿ENTRARON A GRINGOTTS? ¡ME ROBARON! —gritaba su tía, totalmente desquiciada.
—N-no n-no, por favo-or, basta. —lloraba Hermione, su hermosa Hermione, la chica que amaba desde que podía recordar. La misma que lo escuchó, lo abrazó, y consoló. Y ahora, él no podía ayudarla.
No. Sí que podía. Iba a salvarla, no importaba si tenía que arriesgarse, lo haría.
—Madre, lo siento, necesito que salgas de ahí. —le dijo. Ella estaba obstruyendo el camino de la puerta.
—Draco, no... —susurró, pero al ver la mirada de su hijo, no pudo negarse. Conocía esa mirada, llena de desesperación. Se corrió a un lado, y cuando él salió la puerta, lo siguió. Iba a defenderlo si era necesario.
— ¡Basta! —gritó entrando al salón donde su tía se encontraba. Los gritos de Hermione se pararon, y lo miró, su rostro surcado en lágrimas. Por su brazo caían finas líneas de sangre. — ¡Déjala! —volvió a gritar.
— ¿Draco? —Lucius dijo—. Hijo, vete.
—No, padre, no me iré. Suéltala, Bellatrix. —la susodicha se rió.
— ¿Crees que dejaré que la sangre sucia se escape? Oh, no no...—chilló—. Ven querido, ven, acércate. Tú debes matarla, así mi señor te tomará enserio.
Draco palideció, todo el color fue drenado de su rostro, si es que eso era posible. Miro los ojos avellana de Hermione, y pudo notar que estaban empapados de miedo. Ella le temía.
—Toma, Draco. Haz lo correcto. —dijo Lucius, depositando la varita de Draco, que le había arrebatado del bolsillo, en su mano.
—Vamos, vamos, pequeño Draco, mátala de una vez. —chilló con fervor su tía.
La palma de su mano, donde estaba su varita, le ardía. Haz lo correcto. Haz lo correcto.
La tomo con sus dedos, observándola como si fuera la primera vez. Era su varita, la que lo había elegido a sus 11 años. Haz lo correcto. Levantó su mirada para encontrarse con los ojos, fuertemente cerrados, de Hermione. Haz lo correcto.
— ¡No! —gritó— ¡No lo haré! Pueden llevarse mi vida, torturarme, lastimarme, pero por Merlín, no permitiré que vuelvan a tocarla. —no terminó de decir sus últimas palabras cuando de la punta de su varita salió una fina luz y su tía cayó desmayada. Hermione se lanzó a sus brazos y desaparecieron en menos de un segundo.
Lucius, en su sala, quedó estupefacto.
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Falling in love.
Fanfiction«Desde el momento en que te vi no entiendo qué fue lo que hiciste conmigo, que no puedo borrar tus ojos de mi mente, y le pregunto al corazón qué ha pasado...» Este fanfic apoya The Free Love Campaing (@freelovecampaign) Disclaimer: los personajes y...