Termino de pasar las fotos del viaje a mi computador, no me sorprendo al ver el número en total casi cinco mil. Solo me demoro cinco minutos en clasificarlas y media hora eligiendo unas diez de cada lugar donde fuimos. Mi suspiro se escucha en toda la oficina, lo importante es que estoy a solas y nadie escucha mi gran suspiro de pereza y algo de tristeza al no estar en mi increíble viaje con mi increíble prometido.
Ámsterdam, con un sabor amargo; París, mi favorito; Versalles, un poco ostentoso; Londres, algo agridulce; Mánchester, perfecto; Liverpool, genial; Praga, de lo más europeo; Roma, mucha pasta; Baunei, lo que le sigue a caluroso; Florencia, hipnotizador; Pisa, divertido; Milán, imponente; Venecia, le sigue a París; Madrid, perfecto para Nick y Barcelona, precioso.
Abro la página de Sullivan&Trason y me llegan algunas notificaciones ya que deje la sesión abierta. Hay algunos comentarios y muchos me gusta y compartidos en las últimas fotos de Sam Green, tengo una reunión con ella ya que tengo que darle la noticia de dos revistas y una agencia pidiendo sus datos.
Las fotos que subo siempre van como son originalmente, a Derek le gusta ponerlas a blanco y negro o algunos cuantos arreglos, pero mi perfil y trabajos siempre intentaré ponerlas justo como son. Decido que crearé un aparte con las fotos del viaje, tal vez pueda dar la gran noticia a las seguidoras de Nick.
My fiancé.
Solo en una salgo yo, junto a Nick en sus brazos escondiendo mi rostro en su cuello riendo mientras él me hacía cosquillas sentados en una banca en Venecia mientras el fondo se ve impresionante y Nick también, mi vestido de verano se movía por la fresca brisa que nos caía como un milagro entre el calor italiano. Una chica nos tomaba las fotos y en una de esas sugirió que yo sonriera más, ahí está el resultado. Es una linda foto, me recuerda lo enamorada que estoy de ese hombre.
No se demoran en empezar a dar me gusta, compartir y comentar.
Son bastantes fotos aun cuando intenté no subir muchas, pero es que Nick es como... el modelo perfecto que merece un contrato de por vida con muchas marcas caras y tener la perfecta carrera de modelo que le de dinero suficiente para esta vida y la siguiente.
No tengo nada más que hacer hoy, en realidad no debería estar acá, ya que el permiso -si es que se le puede llamar así- que acordé con Derek es hasta el día después de mañana, pero me pareció perfecto venir un rato a ver como estaban las cosas, además de que Nick se ha ido a una reunión antes de que yo despertara.
Reviso mi móvil y abro la aplicación de Instagram, muchas fotos se subieron en nuestro viaje, así que tengo miles de me gusta y comentarios. Otro alivio es que Nick tampoco usa su Instagram, ya que la mayoría del tiempo solo lo uso yo para abrir mi cuenta desde su móvil. Se puede decir que Derek y yo somos medianamente famosos en las redes, aunque yo solo use instagram -que nos ha facilitado nuestro trabajo desde que sabemos de él-. Derek es famoso mundialmente por su Twitter y Facebook, ama las redes sociales.
Me quedo un rato revisando los comentarios, además de anotar ciertos compromisos que tengo para la semana que viene. También tenemos la exposición en la galería cerca de SoHo, como me he ausentado para la apertura, nos recibirán para la última semana de la exposición, ya que casi todas se compraron y el administrador de la galería admitió que sería todo un gusto en tenernos junto a él para la última semana.
Derek entra sin tocar pasadas las 11a.m. Lleva una taza de café en sus manos y se sienta con una gran sonrisa en la silla que tengo enfrente de mi escritorio. Le da un sorbo a su taza antes de hablar.
–Hola, cariño –Esconde su sonrisa detrás de la taza y me ve emocionado.
–Hola, adefesio –respondo con mi más carismática sonrisa. Cierro mi portátil y lo veo fijamente mientras me acomodo en mi silla de oficina y cruzo mis brazos sobre mi pecho.
– ¿Quieres adivinar lo que nos ha propuesto un hombre muy rico y con poco sentido común hace solo unos cinco minutos? –Deja su taza sobre mi escritorio.
-¿Soy adivina? –Rueda sus ojos por mi sarcasmo y mi sonrisa estúpida, me siento feliz porque todo parece ir bien, al parecer ya la nube negra que se cernía sobre nosotros se va alejando a una velocidad increíble. Me ve con sus ojos entrecerrados y luego me ve con una sonrisa en sus labios, negando a que mis molestias le hagan un cambio a su muy buen humor.
–Prepárate, querida Charlotte –Hace una larga pausa–. Me ha llamado para ofrecernos un viaje con todo pago a... ¡Alaska! –Sus ojos no pueden estar más abiertos y su emoción se expande por toda la habitación.
Se puede decir que Derek no tiene una especialidad en sí de la fotografía, pero podemos asegurar que ama fotografiar con profesionalismo, su amor hacia la cámara es desde cualquier paisaje hasta una modelo usando carne sobre su cuerpo, es experto en todos los aspectos de la fotografía. Yo me inclino más sobre la interacción con las personas, me gustan las sesiones naturales, que se vean frescas y originales, nada muy pesado.
Le miro algo emocionada pero divertida por su actitud.
–Parece la nueva aventura que vivirá Derek Trason –Él hace un puchero.
–Lo sabía, eres una desalmada ¡Me dejarás solito en Alaska! –Su felicidad todavía la percibo, sé que está jugando.
– ¿Te recuerdo nuestro viaje a México? –Todo un desastre.
–Oh... –Trata de ocultar sus carcajadas uniendo sus labios– Solo fueron unos cuantos inconvenientes.
–Sí, en ese momento donde casi me muero con un traje de buceo y una pesada cámara en mitad del mar caribe y ¡Oh! Mi compañero se olvida de mí. No sé, tal vez me di cuenta de que seguimos siendo un buen equipo, pero trabajando por separado. Yo te quiero Trason, pero eres algo despistado a la hora de trabajar, sobre todo con compañía.
Él ríe por lo que parecen horas mientras yo revivo lo que fueron la media hora más larga de mi vida.
¡Por un momento creía que iba a llegar a Cuba mientras flotaba en el mar desolado!
Una sesión de fotos algo diferente con unas cuantas modelos de una marca de trajes de baños que todavía nos paga por el éxito que tuvieron luego de lanzar aquella temporada.
–Recuerdo tu rostro mientras regresábamos en esa lancha ¡te veías tan graciosa! –Tapa su rojo rostro, debido a la risa. Respira un poco antes de seguir– ¡Por un momento pensé que habías tenido un shock o algo por el estilo, pero tu simplemente empezaste a reír y luego a llorar! –Se abanica con su mano antes de tratar de respirar sin reírse– Está bien, lo tomaré yo. Soy egoísta y no parece emocionarte la idea de ir a Alaska. Ya te consintieron mucho con Europa –Me guiña un ojo al salir de mi oficina.
Resoplo porque hace un tiempo no recordaba esos días en México.
Estúpido Derek.
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Charlie
General Fiction- ¿Qué has hecho? -preguntó con voz rota al ver sus costillas marcadas con su piel encima. Ella miró hacia otro lugar de la habitación con los ojos empañados. No me quiere, he hecho todo lo que he podido para complacerlo, para complacerme a mí, no l...