—Es tan hermoso, ¿No crees? —susurraste acostada en el pasto a unos centímetros de mí, mientras caía el sol y el horizonte se tornaba arte natural.
—Si, lo es—respondí mirándote.
—El firmamento, el césped, todo a nuestro alrededor, tiene su idioma, sólo debes aprender a escuchar con el alma. Aprender a sentir —cerraste los ojos y respiraste profundo.
Cada palabra que salía de tus labios tenía algún sentido para mí, aunque no lo tuviera en realidad.
Mis pupilas ridículamente dilatadas acechaban tu cuello.
Dentro de mí yacía una extraña sensación en ese instante.
No hay lengua humana o angélica que pueda describirla.
Pero me gustaba.
Me encantaba.

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SAM ©
PoetrySam tiene secretos. ¡Oh, cuantos secretos! Sam habla con las flores, les cuenta su tormento. Pinta sus colores en un lienzo imaginario. Entre pinceladas, susurra comentarios. "Tú los mataste" "Mereces morir" "Lo siento". "No deberías vivir". Sam ama...