—¿No podría suministrársela otro? —pregunté suplicante.
—Ella no se dejará inyectar por nadie, sólo confía en ti.
Tenía razón.
Mientras te alimentaba, puse la jeringa en la mesa.
La miraste confundida.
—Nunca haría nada que te dañase Sam —murmuré para calmarte.
Casi desfallece mi corazón al ver como el cielo en tus ojos delataba mi inseguridad.
No pude mantenerme sereno ante semejante mirada.
—Tú me importas Sam —repiqué con voz cortada, mientras tomaba tu brazo para proceder.
Luego de eso, me encerré en los baños a llorar cual crío.
Por alguna razón tu mirada me hizo sentir culpable.
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SAM ©
PoesiaSam tiene secretos. ¡Oh, cuantos secretos! Sam habla con las flores, les cuenta su tormento. Pinta sus colores en un lienzo imaginario. Entre pinceladas, susurra comentarios. "Tú los mataste" "Mereces morir" "Lo siento". "No deberías vivir". Sam ama...