Permaneciste en tu habitación toda la mañana.
El Sr. Gato dormía placida y confiadamente en tu regazo.
Mirabas las gotas de rocío unirse con otras y deslizarse cuesta abajo del vidrio que dejaba ver el cielo.
El mismo firmamento que observabas las noches en las que sólo las estrellas veían tu dolor y te calmaban al sollozar.
¿Imaginabas ser una gota de rocío?.
Una gota solitaria, sin compañeras a las cuales unirse y avanzar.
Yo también lo he sentido Sam.
Yo también he vivido el dolor.
No temas Sam.
Yo estoy contigo.
Tú eres mi Sam.

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SAM ©
PoesíaSam tiene secretos. ¡Oh, cuantos secretos! Sam habla con las flores, les cuenta su tormento. Pinta sus colores en un lienzo imaginario. Entre pinceladas, susurra comentarios. "Tú los mataste" "Mereces morir" "Lo siento". "No deberías vivir". Sam ama...