Me escuchaste.
Mientras entrabas notaste mi expresión.
Mi cara tomó un tinte carmesí intenso.
Bajé la mirada apenado.
Pude ver una expresión de coqueta satisfacción escaparse de tu intento de disimulo.
Mientras entrabas empapada, sabías que la bata blanca que vestías se había transparentado casi por completo.
Dejando poco a la imaginación.
Eres tan hermosa.
No supe que hacer.
Caminaste confiada hasta tu dormitorio.
Extraño los tiempos en los que yo era el tenaz y tu la paciente tímida que agachaba la mirada.

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SAM ©
PoésieSam tiene secretos. ¡Oh, cuantos secretos! Sam habla con las flores, les cuenta su tormento. Pinta sus colores en un lienzo imaginario. Entre pinceladas, susurra comentarios. "Tú los mataste" "Mereces morir" "Lo siento". "No deberías vivir". Sam ama...