Hoy fue un día maravilloso.
En lo que te alimentaba, noté tu nerviosismo.
Rompí el silencio para dirigirme a ti, pese a que rara vez cruzamos frases.
—¿Te encuentras bien?
—¿Cual es tu nombre? —preguntaste, respondiendo a mi pregunta con otra.
—Me llamo Esteban —respondí sorprendido.
—¿Hace mucho trabajas en este lugar?
—Llegué justo antes que tú.
Guardaste silencio.
No dijiste nada más.
Para alguien que no dice nada, eso fue un gran avance.
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SAM ©
PoesíaSam tiene secretos. ¡Oh, cuantos secretos! Sam habla con las flores, les cuenta su tormento. Pinta sus colores en un lienzo imaginario. Entre pinceladas, susurra comentarios. "Tú los mataste" "Mereces morir" "Lo siento". "No deberías vivir". Sam ama...