El verdadero Ares está apareciendo
ERIKA
Me levanté por la mañana, esperando que Scott hubiera reflexionado y se hubiera decidido a hacer algo, pero no había ni rastro de él, e incluso pegué una oreja a la pared de mi habitación para saber si estaba dormido o no.
Al no escuchar ningún ruido, decidí salir en su busca para ver qué era lo que estaba pasando, y entonces fue cuando vi su nota, un papel blanco que estaba en el suelo, pegado a su puerta:
>>Lo que me dijiste ayer me dio en que pensar, por primera vez sentí esa electricidad que describen en los libros, creo que es posible que sí sienta algo<<
Conforme iba leyendo, me hacía más ilusiones.
>>Es por eso que me voy, no sé si un fin de semana, o tal vez más<<
—¿QUÉ? —me quedé en shock.
>>Firenze, ayer me hiciste ver el mundo de una forma distinta, es por eso por lo que me voy, necesito un tiempo para pensar qué es lo que quiero<<
>>Un fuerte abrazo pelirroja—fue su despedida.
—¿Se ha ido? -dije para mí misma —Será idiota—me golpeé la cara con la nota.
—Tal vez fue demasiado pronto para besarlo—reflexioné.
Me quedé con la parte buena, por lo menos dijo que le había gustado. Mientras pensaba y pensaba acerca de qué hacer, mi móvil vibró en mi bolsillo, un número desconocido me había escrito. Desbloqueé la pantalla y miré el mensaje:
>>Hola McCain, se te ve aburrida desde aquí.
Solo con eso supe que se trataba del maldito Ares Milner, abrí el mensaje y le escribí:
>> ¿Qué quieres pesado?
>> ¿Pesado? Eso me ha dolido pelirroja. Y yo que venía a sacarte una sonrisa.
>>No te necesito— le escribí con desdén y para ver si se iba.
>>No he dicho que necesite tu permiso.
>> ¿Qué quieres? —le escribí antes de que él pudiera terminar de escribir >>Más importante, ¿Cómo has conseguido mi número de móvil?
>>Tengo mis contactos ojos verdes.
>> ¿Me puedes decir qué demonios quieres Milner? Me estoy cansando del jueguecito éste.
>>Que vengas conmigo McCain.
>> ¿A dónde? —pregunté dubitativa.
>>He pensado que podríamos irnos por ahí.
>>¿No tienes ni idea verdad?
>>Me gusta dejarme llevar McCain.
>>Milner vas a necesitar un plan más sólido para convencerme— escribí aun sabiendo que no pararía hasta conseguir lo que buscaba.
>>Deja de pensar en planes, solo vámonos. A donde mi moto nos lleve.
>>¿Cómo nos vamos a ir sin más? Estás loco si piensas que voy a aceptar tu inexistente plan.
>>Déjate secuestrar McCain, prometo no ser demasiado peligroso.
Estuve pensando si hacerlo o no, finalmente llegué a la conclusión de que me vendría bien despejar la mente y no pensar en Scott. Decidida contesté:
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Alea Iacta Est La Suerte Está Echada© [YA EN LIBRERÍAS]
Novela JuvenilPara McCain: Tu vida es un sin sentido , no te engañes. Tu hermana se ha ido, tus únicos amigos son los libros que siempre te acompañan, el amor no ha llamado a tu puerta. Por eso, pase lo que pase, despejate caminando hacia la escuela como habitual...