Alea Iacta Est La Suerte Está Echada© [YA EN LIBRERÍAS]

Capítulo 28

MALDITO ARES

ERIKA

Estábamos llegando al sitio de la fiesta, cuando me percaté de que era la casa de Ares. La había visto bastante mal y de noche, pero aun así la reconocía, además de que si Maya era su hermana y la organizadora de la fiesta era un poco evidente. Me figuré que él aparecería, por lo que tuve que preguntar:

—¿Ares viene a la fiesta?

—No, mi hermano ha salido por ahí—respondió Maya.

—Genial —en realidad me había desanimado un poco.

—¿De verdad lo odias? —me miró triste Maya.

Pensé un poco en lo que iba a decir y cuando lo tuve preparado lo solté:

—Ares no me cae mal, es mi amigo, pero es odioso —¿por qué no podía decir nada malo de él?

—¿Odioso por qué? No lo pillo Erika —Maya no lo entendía, era normal, solo tenía sentido en mi cabeza.

—Odioso porque siempre me lo estropea todo, es la única persona que siempre sabe cómo destrozar cada pedazo de mi cuerpo—le conté.

—Interesante respuesta—se llevó un dedo a la comisura del labio mientras reflexionaba algo.

Entramos en casa de Ares, el estudio ya estaba preparado para la fiesta. Maya me presentó a los chicos guapos.

—Mira Eri, éstos son los candidatos a buen partido—me indicó con la mano mientras ellos se reían.

Entonces me agarró de la mano, me llevó al centro, en medio de todos aquellos chicos guapos y dijo:

—A ver, ésta es mi amiga Erika, sé que muchos de vosotros sois unos mujeriegos sin remedio, pero quiero que salga de aquí con un buen día, así que presentarse—les indicó.

Había seis chicos muy guapos, uno que parecía enigmático y cuatro chicas, que decían ser las amigas de Maya. Empecé a presentarme formalmente.

—Hola a todos, soy Erika, como ya ha dicho Maya, y no, no busco que "me alegren el día" ni nada de eso—les aclaré.

Las chicas fueron las primeras en presentarse.

—Hola Erika, yo soy Evangeline, pero puedes llamarme Eva—me estrechó la mano.

—Encantada Eva—le saludé.

—Y mi nombre es Celeste—me dijo una chica rubia bajita de ojos azules.

—Un placer—también la saludé.

Luego una chica morena con gafas dejó de preparar las bebidas y se acercó.

—Yo soy Kate—añadió en tono serio y frío.

Y cuando iban a continuar con las presentaciones, una chica morena de ojos marrones, cabello liso, esbelta, tiró de mi mano y se puso en frente de mí, no sólo se presentó, no paraba de hablar.

—Hola, mi nombre es Marina, ¿eres amiga de Ares? ¿Y por qué no te conozco? Yo lo sé todo de él — su interrogatorio era agotador.

—Soy Erika, soy una buena amiga de Ares—le sonreí, pero ella se puso seria.

—Siento decirte, que Ares no tiene buenas amigas, están sus ligues y luego está su mejor amiga—hizo una pausa para esgrimir cada sílaba con satisfacción.

—¿A quién te refieres con mejor amiga? —pregunté extrañada.

Su respuesta me la esperaba, pero aun así me dolió.