Capítulo 21

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Capítulo 21

Narra Rebecca

Camino hacia dónde está mi amigo con Ryan a mi lado, cuando llego junto a él me acerco para abrazarle, pero Ryan no me deja.

Me está cansando la actitud que está teniendo.

No me deja arrimarme a Chris y eso me pone de los nervios. Chris es mi amigo y que Ryan no deje ni que me toque me cabrea bastante.

- ¿Estás bien? –Le pregunto preocupada. Mi amigo se ha quitado el hielo de la zona dañada y se puede ver el gran moratón que le está comenzando a salir.

Volteo mi cabeza hacia Ryan para fulminarle con la mirada, él solo sonríe y se encoge de hombros.

Aun no entiendo cómo ha podido pegarle. Por Dios, Ryan practica boxeo y está claro que Chris no hace nada más que patinar, solo hay que ver la diferencia de masa muscular que tienen para notarlo.

-Bueno, al menos creo que no tengo nada roto. –Dice sonriendo un poco. Oigo como Ryan murmura algo, pero no logro entenderlo. –Da gracias a que no te voy a denunciar, gilipollas.

Chris ahora luce enfadado, mirando a Ryan con el ceño fruncido.

-Denúnciame si es lo que quieres. –Responde indiferente.

- ¿En serio habías pensado en denunciarle? –Preguntó en voz baja.

-Lo había pensado. –Afirma Chris. –Pero no quería que te enfadaras conmigo.

Sinceramente, me da igual lo que le pase o no a Ryan, que no le hubiera pegado.

-Deja de hacerte la víctima. –Gruñe Ryan. –Princesa, nos vamos. –Me coge del brazo para tirar de mí, sin embargo, yo no me muevo. –Becca, he dicho que nos vamos. –Vuelve a tirar de mí haciendo que tropiece, pero consigo mantenerme en pie.

-Déjala tranquila. –Dice Chris cogiéndome del otro brazo y tirando de mí hacia él.

-Tú no te metas si no quieres otro golpe. –Escupe furioso Ryan. –Rebecca vámonos. –Ordena volviendo a tirar de mí. Chris hace lo mismo, nada más que tirando hacia él.

- ¡¿Queréis parar?! –Exclamo abrumada. –Soltadme. –Ninguno lo hace. - ¡He dicho que me soltéis, maldición! –Ryan es el primero en soltarme, por lo que Chris aprovecha eso para acercarme a él.

-Suéltala. –El tono de Ryan es de advertencia, está apretando tan fuerte los puños que sus nudillos se han vuelto blancos

-Suéltame, Chris. –Hablo con miedo. No quiero que Ryan vuelva a pegarle, estamos en medio de la calle y, aunque hay poca gente, no quiero llamar la atención.

-No voy a dejar que te vayas con ese animal. –Contesta mi amigo.

-He dicho que la sueltes, ¡¿qué no te queda claro de eso?! –Exclama Ryan acercándose a nosotros. Pongo mi mano libre en su pecho para que no haga nada. –Quítate, princesa, pienso dejarle claro un par de cosas a este niño de papá. –Gruñe.

-Déjalo, ¿sí? Déjame hablar con él y nos vamos. –Le digo.

- ¿En serio que te vas a ir con ese? –Me pregunta Chris.

-Sí. –Le respondo sin mirarle. Observo como una sonrisa triunfante aparece en el rostro de Ryan.

-Está bien. Tendrás noticias de mi abogado, Ryan. –Noto como Chris deja mi muñeca libre. –Adiós, Becca. –Me da un ligero beso en la mejilla y empieza a andar.

Rebecca RobinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora