Capítulo 26

125 7 0
                                    

Capítulo 26

- ¡Dios, estás preciosa! –Chilla Lana con una gran sonrisa.

Al parecer esa sonrisa nunca desaparece de su cara.

-Creo que enseña mucho. –Murmuro mirándome en el espejo.

- ¡No seas boba! ¡Está perfecto!

-Lana, se me ve casi el culo. –Me quejo.

-Es lo que pretendía desde un principio.

-Mira... Yo mejor no voy a la fiesta...

- ¡No! Eso es lo que quiere Ryan, que no vayas, ¿en serio vas a dejar que mi hermano te mande?

No, claro que no.

Nadie me manda, mucho menos él.

-Venga Becca, estás preciosa, suéltate por una vez en tu vida y triunfa en esa fiesta. Deja a un lado a la Rebecca tímida y saca a la Rebecca que nadie conoce, ni siquiera a la que tú conoces.

Suspiro asintiendo con la cabeza levemente.

Siento que esta fiesta no va a acabar bien.

Doy media vuelta para mirarme la parte de atrás del vestido blanco que llevo puesto.

- ¿Ves? Que el vestido tenga la espalda al aire le da un toque sexy. –Dice Lana. –Te queda de lujo, creo que te le voy a regalar.

-No me le voy a poner más veces. –Contesto. –Te lo puedes quedar.

Continúo mirándome en el espejo.

En realidad, no me queda tan mal, Lana tiene razón.

El vestido es blanco con toda la espalda al aire, lo tirantes se atan detrás del cuello y no hace falta llevar sujetador, por lo que me hace sentir incómoda, pero creo que me acostumbraré a eso. Es estrecho hasta la parte de la cintura, que cae con un poco de vuelo y llega hasta unos centímetros más debajo de mi culo, dejando ver casi mi ropa interior. Llevo unos tacones negros, no son muy altos, pero aun así sigo sacando una cabeza a Lana.

Unos ligeros golpes en la puerta hacen que las dos dejemos de mirarnos en el espejo.

- ¿Estáis listas, chicas? –Pregunta Will desde el otro lado de la puerta.

- ¿Lista, chiquilla? –Me mira Lana.

Asiento no muy segura, ¿en realidad estoy segura de ir a esa fiesta?

No, no lo estoy.

Pero lo que tengo muy claro es que no voy a deja que Ryan me ordene.

-Bien pues... ¡Nos vamos de fiesta! –Exclama la chica abriendo la puerta del dormitorio.

En el pasillo nos encontramos al hermano menor de los tres, que al verme salir detrás de su hermana se queda con la boca abierta, literalmente.

-Va...Vaya... Wow. –Dice.

- ¿Ves? –Me susurra Lana sonriendo. –Si a Will le has dejado así, imagínate a Ryan.

Pongo los ojos en blanco.

Dios, qué obsesión tiene todo el mundo con que Ryan siente algo por mí.

-Bueno, bellezas, ¿nos vamos? –Pregunta él, mirándome.

Nosotras asentimos, Lana sonriendo ampliamente mientras yo sonrío nerviosa.

Will nos ofrece un brazo a cada una, entonces nosotras nos agarramos a cada brazo y bajamos las escaleras.

Rebecca RobinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora