Capítulo 20

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Capítulo 20

Me alejo de Ryan bruscamente.

- ¿Qu...Qué haces? -Pregunto

-Besarte. –Responde tan tranquilo. Claro, como si fuera lo más normal del mundo. Hace el intento de volver a besarme, pero me aparto. –No te apartes, princesa, por favor. Necesito besarte. –Me pongo de pie antes de que intente besarme otra vez.

-No Ryan, no quiero que me beses.

- ¿Por qué? No empieces con esto de nuevo, solo quiero besarte. No hay nada de malo.

-Si no te burlaras de mí no habría nada malo. –Murmuro.

- ¿Crees que me burlo de ti? –Suelta una carcajada que hace que le fulmine con la mirada, ¿en serio que es capaz de reírse? Bueno, qué digo, sí que lo es. –No me burlo de ti, princesa. –No sé en qué momento se ha levantado de mi cama y se ha puesto de pie. Ahora está demasiado cerca de mí y me está acariciando la mejilla con su gran mano. –No soporto que te alejes de mí cada vez que te beso. –Susurra aproximando su boca a la mía de nuevo.

-No... Ryan, no lo hagas. –Le digo intentando alejarme de él, pero su otra mano sujeta con fuerza mi cintura impidiendo que pueda moverme apenas un poco.

-No voy a dejar que te muevas hasta que al menos no me des un beso.

-He dicho que no voy a besarte.

-Bien. –Él sonríe y sin esperarlo me besa. Vuelvo a intentar alejarme, poniendo mis manos en su pecho para empujarle, pero no se mueve ni un centímetro. Al final termino siguiéndole ese beso como siempre acaba pasando. Segundos después, Ryan deja de besarme. -Con que no ibas a darme un beso, ¿no? –Sonríe arrogantemente. Sus manos me sueltan por fin.

-Yo eh... Voy abajo... –Murmuro sonrojada dirigiéndome a la puerta.

-Espera. –Me giro para mirarle. –Mi padre quiere que vayamos con él y Lydia a pasar unos días a una casa del lago que tienen la semana que viene.

- ¿Los dos? –Él asiente.

-Sería volver a Los Ángeles para dejar el helicóptero y luego ellos pasarían a por nosotros.

-Claro, será genial ir. –Él asiente sonriendo.

La puerta de mi habitación se abrió casi dándome en el hombro malo, ya que estaba justo al lado de esta. Mi padre se quedó mirando mal al ver a Ryan en la habitación.

- ¿Qué hacéis aquí solos? ¿Y con la puerta cerrada? –Pregunta arqueando ambas cejas.

-Estábamos hablando papá. –Hablo.

-La decía que si me quería acompañar a un viaje con mi padre la semana que viene. –Explica Ryan caminando hacia nosotros y poniéndose a mi lado.

- ¿Y la universidad? –Pregunta mi padre.

O mierda, no me había acordado de la universidad. Había faltado ya una semana, no podía faltar otra semana entera. ¿Qué pensarían mis profesores de mí? ¿O mis compañeros? ¿Y si el faltar tanto me impedía sacarme la carrera en mi año?

-No hay clase la semana que viene. –Aclara él y yo suspiro tranquila. Al menos no perdería tantas clases. Tendría que pedir todos los apuntes que habían dado durante toda esta semana que estuve en el hospital y aquí, pero no creo que tarde mucho en ponerme al día, en cuanto llegue a mi casa, llamo a un compañero de clase con el que me llevo bastante bien y le pido todos los apuntes.

-Está bien, ve a ese viaje, está bien que te distraigas. –Sonríe dándole gracias a mi padre. –Por cierto, hay abajo un amigo tuyo que quiere verte.

Rebecca RobinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora