Capítulo 36
Al día siguiente, la mañana de la competición, había ido a practicar un poco más a las pistas y antes de comer y de volver a casa, fui a los establos, para acercarme al claro del río y relajarme un poco. A las dos del mediodía, decidí que ya era hora de volver a casa, Ryan estaría esperándome para comer.
-Ry, ¡ya he llegado! -Grito cuando entro por la puerta. Camino por el pasillo hasta llegar al salón y allí me encuentro a Ryan y a Tyler viendo un partido de fútbol. Me acerco a Ryan para darle un beso en la mejilla. -Hola, Tyler.
- ¿Qué tal todo, Becca? -Pregunta.
-Muy bien, aunque estoy muy nerviosa. -Me muerdo el labio inferior.
-Seguro que lo haces muy bien, princesa. -Le sonrío.
-Eso espero. -Murmuro.
-Bueno, será mejor que me vaya ya a mi casa. -Dice Tyler.
- ¿No te quieres quedar a comer? -Pregunto. Los dos amigos se echan una mirada y luego Tyler vuelve a mirarme. ¿Qué pasa aquí?
-No, mejor no.
Asiento con la cabeza y nos despedimos de él. Un poco más tarde, después de haberme duchado y haberme cambiado de ropa, Ryan yo ya estábamos comiendo en la cocina, sentados uno en frente del otro, como siempre.
- ¿Cuándo vas a dejar de ocultármelo? -Esa pregunta me descuadra, ¿de qué está hablando?
- ¿Ocultarte el qué? -Pregunto bastante desconcertada.
-No te hagas la tonta, Rebecca. ¿Cuándo cojones piensas decirme que estás embarazada?
Empecé a reírme a más no poder. ¿En serio creía que estaba embrazada? Si nosotros siempre habíamos tomado precaución.
-No te rías. -Gruñe, empezando a cabrearse.
-Lo siento, lo siento. -Digo bebiendo un poco de mi agua para dejar de reírme. -No estoy embarazada Ry. -Le digo, ya calmada del todo.
Noto como sus facciones se relajan, pero también puedo ver desilusión en su cara.
- ¿Y entonces esa prueba que tiraste ayer? -Pregunta en un murmuro.
-De Vicky, Ry. Es ella la que espera un bebé. -Me levanto de mi silla y camino hacia él, sentándome en sus piernas y rodeando con mis brazos su cuello, él de inmediato pone sus manos en mi cintura, arrimándome a él y abrazándome fuerte. -Tyler no sabe nada aún, Vicky se lo quiere decir después de la competición. -Él asiente con la cabeza.
-Me había ilusionado. -Susurra poniendo una de sus grandes manos en mi vientre y acariciándolo suavemente.
¿Un bebé de Ryan y mío? Ni lo había pensado. Demasiado raro.
-Aún no me he acostumbrado a que estoy contigo así, como para esperar un bebé ahora. -Le digo, intentando hacer una broma. Él sonríe un poco.
-No estaría mal que fueses mi novia, ¿no? -Pregunta, cambiando de tema.
- ¿Hacemos una cosa? -Él me mira expectante. – Si gano esta noche, seré tu novia todo el tiempo que Dios quiera.
- ¿Y sino ganas? -Noto como traga saliva.
-Cúrratelo. -Le guiño un ojo. -Y ahora, me voy.
- ¿Dónde? -Pregunta mirando cómo me levanto de sus piernas.
-Sígueme. -Vuelvo a guiñarle un ojo.
Él sonríe y me sigue hasta la habitación.
-Dios, he creado un monstruo.
Suelto una carcajada y le beso, beso que es correspondido al instante.
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Nunca en mi vida, en lo que llevaba compitiendo, había visto unas pistas de hielo así de llenas. Gente de todo Estados Unidos estaba aquí para ver quién representaría nuestro país en los próximos juegos olímpicos de invierno.
Yo estaba que me comían los nervios. Me he habré bebido como siete tilas y aun así tengo algo en el estómago que no consigo quitarme.
Ryan, Vicky, Matt, mi hermano y mi padre ya están en las gradas esperando a que salga para poder verme. Tyler, tenía un sitio guardado entre mi mejor amiga y mi futuro novio (porque sí, ganara o perdiera, Ryan iba a ser mi novio), él llegaría un poco más tarde porque estaba buscando algo para poder regalarle a Vicky en su cena de esta noche.
-Rebecca, eres la próxima en salir. -Me avisa Nelly
Asiento con la cabeza mientras sigo estirando. Luego, me pongo mis patines y me preparo para salir.
Llevo un maillot de manga larga estilo marinero, mi pelo castaño recogido en un moño bajo y un poco de maquillaje, sobre todo en los ojos, haciendo que el color de éstos resalte más.
- ¿Nerviosa? -Me pregunta Sarah, una patinadora de Florida.
-Un poco. -Sonrío nerviosa.
-Buena suerte, eres una de las favoritas y de las mejores.
-Gracias. -Vuelvo a sonreír, pero esta vez agradecida.
Cuando escucho mi nombre, salgo al hielo, saludando y sonriendo al público hasta llegar al centro de la pista y colocarme para empezar con mi representación.
Antes de que pongan la música, fijo mi vista en mi familia y mis amigos, todos me miran sonriendo nerviosos, sé que esperan que no tenga una caída que pueda perjudicarme de nuevo.
Heart will go on, de Titanic, empieza a sonar por todo el lugar y con eso yo empiezo a moverme, al principio me siento muy nerviosa, pero a lo largo de la representación esos nervios se fueron pasando y al final me lo pasé bastante bien.
Por la mitad de la canción, miré hacia las gradas, donde estaba mi familia y no había nadie, nada más que mi padre. Esto provocó que me distrajera y que una vuelta en el aire no me saliera. Eso restaría puntos.
Inmediatamente dejé de pensar en ellos, aunque estuviera preocupada por saber en dónde estarían, pero ahora los importante es que esto saliera bien.
Cuando terminé de patinar, saludé al público y a los jueves y salí rápidamente de la pista. Me quité los patines y busqué a mi padre.
- ¡Rebecca! ¿Dónde se supone que vas? -Me grita Nelly. - ¡Van a decirte los puntos! Quédate aquí.
Veo a mi padre acercarse a mí corriendo.
- ¿Qué ha pasado papá? ¿Dónde están todos? -Pregunto preocupada. Está casi llorando.
-No pasa nada hija, lo has hecho muy bien. -Me abraza.
-Papá, dime dónde han ido. ¿Por qué no están aquí? -Exijo.
-Rebecca. -Me llama Nelly. -Los puntos. -Me coge de la mano y me arrastra hacia las cámaras.
-Tyler ha tenido un accidente de coche. Ha muerto. -Oigo decir a mi padre.
¡¿QUÉ?!
-Rebecca Robinson, de Los Ángeles. Se coloca en primera posición con ciento treinta y dos puntos. -Oigo decir por los altavoces.
Pero ahora mismo no siento felicidad, ni euforia, ni nada parecido por haber ganado esa primera posición.
Ahora mismo lo único que quiero hacer es ir en busca de Ryan y de mi mejor amiga, porque son las dos personas que me importan en este preciso momento y las que más me necesitan.
Sobretodo Vicky, porque con ese bebé lo va a pasar mal, muy mal.
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La coreografía de Rebecca en Multimedia
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Rebecca Robinson
Teen FictionRebecca no ha tenido una vida fácil, Ryan tampoco. Sus vidas cambian por completo cuando se conocen; una chica que buscaba su príncipe azul y un chico que no creía en el amor. ¿Qué pasaría si Ryan Black, el mujeriego, se enamorara de la tímida e i...