Capítulo 24

148 9 1
                                    

Capítulo 24

-Buen viaje amiga, no folles mucho. –Dice Vicky subiendo y bajando las cejas, con cara de pervertida. –No quiero sobris luego.

-Oh tranquila, no tendrás problema con eso, así que no te preocupes. –La digo.

-No seas tan estrecha.

- ¡No soy estrecha! –Me quejo. –Solo que no quiero perder mi virginidad, estoy bien así.

-Dios mío, ¿en serio que eres mi amiga?

-Vamos, Vic, eso no tiene que ver. –Suelto una carcajada. –Seré virgen por un largo tiempo todavía.

-Ya, eso me dices ahora. –Ríe. -Yo dentro de nada te veo follando con Ryan.

La miro con los ojos bien abiertos, ¿qué dice?

-No me mires así, es la verdad. –Dice.

-No voy a hacer nada con él.

-Ya. –Vuelve a reír, por lo que la golpeo en el brazo.

Mi amiga está completamente loca si piensa que perderé la virginidad con Ryan.

Vamos, ya puedo estar borracha para que eso suceda.

- ¡Oye! no me golpees. –Se queja sobándose la zona en la que la había golpeado.

-Como si yo pegara muy fuerte. –Ruedo los ojos.

El coche de Ryan llega a la puerta de mi edificio, veo como Ryan se baja del coche y se acerca a nosotras, que estamos en la puerta.

-Bueno, será mejor que te vayas con tu amado. –Dice Vicky. –Te echaré de menos. Procura no perderte por el campo y no te ahogues en el lago.

Pongo los ojos en blanco y la abrazo.

-Tenemos que irnos, princesa. –Dice Ryan haciendo que Vicky rompa el abrazo y me sonría de forma pervertida.

Cojo mi maleta y me giro caminando hacia Ryan, que está a unos cuantos pasos de nosotras. Cuando llego a su lado, me quita la maleta de mi mano y la guarda en el maletero de su deportivo, luego me abre la puerta del coche, le agradezco en un murmullo y cuando Ryan monta en su lado. Antes de que arranque el coche oigo como mi mejor amiga grita un "¡no folléis mucho!", Ryan soltó una carcajada mientras que yo estaba más roja que un tomate, maldiciendo a mi amiga por lo bajo.

-Ben, Lydia y mis hermanos nos están esperando en mi apartamento. –Dice y asiento con la cabeza sin mirarle. De repente la gente que pasa por la acera es muy entretenida.

En el camino solo se escucha de fondo la música de la radio. Ed Sheeran llena todo el silencio que hay entre Ryan y yo.

Cuando llegamos a su edificio, bajamos del coche y en la puerta del portal nos encontramos a la familia McCall.

- ¡Becca! –Exclama Lydia abrazándome, se lo devuelvo de inmediato.

-Hola, Rebecca. –Me saluda el señor McCall.

-Hola. –Saludo tímida.

- ¡No puedo creer que tú seas Rebecca! ¿Pero te has visto? ¡Chica estás echa todo un pivón!

Río tímida abrazando levemente a Lana.

Lana McCall, recuerdo que era de la edad de mi hermano y si no me equivoco, tuvo algo con él cuando tenían mi edad.

-Cuánto tiempo. –Le digo.

-Y qué lo digas. –Dice Will. –Vaya, has cambiado un montón, para bien. –Sonríe.

Rebecca RobinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora