Capítulo 10
Abrí mis ojos aún algo adormilada. Pestañeé varias veces para acostumbrarme a la poca luz del sol que entraba a través de la persiana. Me levanté de mi cama y...
Espera, ¿mi cama? ¿Cómo había llegado hasta mi cama?
La imagen de Ryan se me vino a la cabeza, ¿seguiría aquí o ya se habría ido?
Salí de mi habitación, al perecer Ryan sí que se había ido. Fui a la cocina para prepararme el desayuno. Fruncí el ceño al ver que en el frigorífico había una nota pegada.
¡Buenos días, princesa!
Nos vemos pronto.
PD: Tu desayuno está en el microondas.
Ryan.
Vale... No sé qué pasa con Ryan, pero lleva dos días muy raro... Tampoco es que le conozca mucho, pero en esta semana en la que nos llevamos conociendo, he podido notar que él es así con las chicas solo para acostarse con ellas, pero, no sé, llamadme loca, pero conmigo parece ser diferente.
Abrí el microondas y ahí me encontré un gofre con nata y sirope de chocolate.
Mm... mi favorito
Después de desayunar, decidí salir a correr. Me vestí y salí a la calle, cerca de mi apartamento había un gran parque, con lagos y sitios con césped y mesas para descansar.
Comencé a correr hacia el parque. Cuando entré pude ver a más gente corriendo, otros con bicicletas o incluso con monopatines. Mientras corría, podía sentir un montón de miradas en mí, pero seguro que serían imaginaciones mías. Luego pasé por delante de un kiosco y de reojo pude ver como estaba entero de revistas de cotilleos. Seguro y hablaran de la fiesta de Matt.
Mi móvil empezó a vibrar en mi bolsillo, por lo que me paré delante del kiosco, dándole la espalda y teniendo una buena vista de un lago lleno de cisnes.
*Conversación telefónica*
-Becky. –La voz de mi hermano sonó como aliviada. –Dime por favor que ya has visto las revistas de cotilleos.
-No. ¿Por?
- ¡Porque sales tú! ¡En todas!
- ¿Cómo? –Me giré y mi garganta se secó. –No puede ser... -Murmuré colgando a Nick.
Salía en todas las portadas de las revistas de cotilleo. Cogí una rápidamente y empecé a leerla. Había fotos mías de anoche junto con Ryan. Luego había de los dos juntos, subiendo a su coche, bajando de él cuando llegamos, cuando me dejó en mi departamento y cuando entramos a él...
Dios, esto era un escándalo. Habían creado un rumor totalmente falso. Todas las revistas decían que Ryan y yo teníamos algo y cosas de esas.
Me di la vuelta y empecé a correr camino a mi departamento. Mientras corría alguien tiró de mi brazo, llevándome detrás de un árbol con un tronco súper grande. Iba a chillar cuando me taparon la boca con una mano. Me estaba empezando a angustiar cuando esa persona habló.
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Rebecca Robinson
Novela JuvenilRebecca no ha tenido una vida fácil, Ryan tampoco. Sus vidas cambian por completo cuando se conocen; una chica que buscaba su príncipe azul y un chico que no creía en el amor. ¿Qué pasaría si Ryan Black, el mujeriego, se enamorara de la tímida e i...