Epílogo

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Epílogo

Ryan...

Sé que en este momento querrás matarme y estarás odiándome.

Sé que prometí quedarme contigo hasta el final, que nunca me iría, pero no puedo dejar a mi mejor amiga sola en este momento.

Sé también, que piensas que es injusto para ti que te deje y aunque en estos meses haya descubierto lo que es el verdadero amor a tu lado y te quiera más que a nadie, tengo que estar al lado de Vicky ahora mismo, no puedo dejarla sola.

Tal vez en cuanto me suba a ese avión me arrepienta de lo que estoy haciendo o tal vez lo estoy haciendo ya, sin embargo, sé que en un momento pasará. Todo pasará.

Siento mucho la pérdida de Tyler, sé que era una persona muy importante para ti, Ryan, pero también era una persona muy importante para Vicky y perderlo para ella ha sido una de las peores cosas que la han podido pasar.

"¿Y perderte a ti, princesa? ¿Crees que no es una de las peores cosas que me pueden llegar a pasar?" Gruñó Ryan mientras se secaba las lágrimas que se asomaban por sus ojos.

¿Por qué le había hecho eso?

El chico no paraba de preguntarse eso todo el rato desde que llegó a su casa y vio que no había nada suyo en la casa que desde hacía un mes compartían.

Rebecca había decidido irse de Los Ángeles con su mejor amiga, huir de Ryan. Había ganado la competición del sábado, pero prefirió abandonar sus sueños, su vida, para apoyar a su amiga.

¿Y Ryan?

Ryan volvía a quedarse solo.

Él pensó que tenía una especie de maldición, porque todas las personas que más le importaban le dejaban. Primero sus padres, luego Elizabeth, Tyler y ahora su princesa. ¿Qué sería lo próximo? ¿Matar a Laura o a Matt?

Con tal de pensar eso, un escalofrío recorrió el cuerpo del chico, no podía pensar más en eso, no podía pensar en quedarse solo del todo.

Ryan siguió leyendo la carta que Rebecca le había dejado en su almohada.

Sé que lo nuestro hubiera empezado mucho antes si yo no hubiera sido tan insegura, si yo no hubiera sido tan tonta como lo he sido.

Estoy muy feliz de haberte conocido Ryan.

Continúa con tu vida, olvídate de mí y enamórate de una mujer que de verdad te quiera, que te quiera más de lo que te he querido yo.

Regálale esas rosas que me esperaban en casa al terminar la competición y que yo dejé morir a una mujer que de verdad te merezca, Ryan.

"Pero, ¿no te das cuenta que a la única mujer que quiero yo en mi vida eres tú, princesa?" Pensó él. "Solo te quiero a ti y tú eres la única que tendrás mi corazón".

No he dormido estos días, observándote y pensando cómo despedirme de ti. Sabes que odio las despedidas y sobre todo si me tengo que despedir de ti, porque, en fin, no podría irme.

Tengo que admitir que este otoño ha sido el mejor de mi vida, he descubierto que el amor no es como yo esperaba, es mucho más que eso y aunque de un momento a otro, acaba y termina rompiéndote de una forma u otra, se puede seguir hacia delante.

Ryan, estos meses me has enseñado a vivir, a que llorar y encerrarse en mí misma no soluciona absolutamente nada.

Aquella noche, me di cuenta que te quería, que me estaba enamorando de ti y aunque pienses ahora mismo que es mentira, quítate esa idea de la cabeza, porque lo sigo haciendo, más aún que aquella noche. Aún recuerdo la mirada que me diste, las palabras que susurraste solo para nosotros, pero ahora es solo eso, un recuerdo.

Rebecca RobinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora