Capitulo 12

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Quiero hacerles una aclaración; en el capítulo anterior que publique, leí unos comentarios y mensajes privados que me mandaron, tienen que poner atención a lo que leen. En el capítulo anterior mencione que Keylan se va a ir, si, pero eso lo había mencionado en el capítulo 3. Regrésense y empiezan a leerlo nuevamente los que no prestaron atención. Iniciemos el capítulo de hoy. Disfrútenlo.

—¿Porqué papá? Yo quiero que Dereck me de clases de montar —reclamó Keylan, triste y frustrado. No quería a otro que no fuera Dereck lo tocara.

—Entiende Key, a Dereck lo voy a tener ocupado. Además en un mes te vas, no vas a estar mucho tiempo aquí.

—P-Pero... —trataba de encontrar una excusa para quedarse—... puedo terminar mis estudios aquí...

—No. Estas secundarias no son muy buenas y no tienen el suficiente nivel académico para instruirte en tu futuro. Ni siquiera hay universidad —explicó, ¿qué tanto le costaba a su hijo entender que quería lo mejor para él?

—Papá, estoy en prepa —informo molesto, su padre ni siquiera sabia en que nivel estaba.

—Es lo mismo, ahora vete a cabalgar con tu nuevo maestro. Tengo que hacer revisar y firmar estos papeles —apunto con la cabeza la pila de papeles que había en su escritorio.

Keylan supo que era imposible discutir con él. Salió del despacho de su padre enojado y triste. Era verdad pronto se iría y si no quería ir de su padre lo llevaría a rastras a Londres. Keylan abrió la gran puerta y salió de la mansión, como iba distraído en sus pensamientos resbalo por accidente en plenas escaleras. Pero no sintió el golpe si no algo duro pero a la vez suave, seguido de un quejido.

—D-Deberías tener más cuidado, Keylan... No querrás ir a un hospital —esa voz... Erick, el Dr. Erick. Keylan levantó su cabeza rozando inconscientemente los labios del Dr. Erick.

Todos los que estaban ahí los voltearon a ver debido al ruido que había causado la caída. Los peones, los criados, Dylan, Patrick, Cristian y... Dereck.

—L-Lo... s-siento... y-yo no lo hice a p-propósito —de repente Keylan sintió como era levantando bruscamente.

—Necesito hablar contigo —Keylan se estremeció ante la dura y potente voz de Dereck. Los había visto. Ay no...

—¿Qué hace usted aquí? —pregunto Cristian, ya tenía demasiada competencia con Dereck. No quería a otro y es que pensó que el doctorcito ya le había echado el ojo a Keylan.

Dereck aprovechó que todos estaban hablando con el doctorcito para llevarse a Keylan. Dereck se llevo a Keylan a las caballerizas.

—¡¿QUÉ ACASO NO ENTIENDES QUE NO DEBES DEJAR QUE NADIE TE TOQUE?! ¡ERES MÍO, JODER! —grito enfurecido Dereck aventando a Keylan a una de las caballerizas, cayendo bruscamente en la paja. Keylan se asusto, nunca había visto tan enojado a Dereck.

Todo reino en silencio cuando se oyó un fuerte golpe impactando en la mejilla de Keylan, volteando su cabeza bruscamente al lado. Dereck... lo había golpeado. Dereck todavía tenía la mano levantada y le ardía por el golpe fuerte que le había dado a Keylan. En cambio Keylan estaba temblando de miedo, no podía creer que Dereck lo hubiera golpeado. Entendía que del porque estaba enojado, pero... ¿Golpearlo? Keylan se asustó y se tensó al sentir la mano de Dereck tomándolo del brazo, pensó que lo iba a volver a golpear o algo mucho peor. Por eso comenzó a gritar muy alto.

—¡NO! ¡No, no, déjame! ¡AYUDENME, CRISTIAN! —iba a seguir gritando pero la mano de Dereck le tapo la boca, impidiendo sus gritos.

Dereck se golpeo internamente por haber golpeado a Keylan y por sobretodo... Darle un motivo para que se alejara de él. No quería eso, solo estaba cegado por el enojo y la furia que había visto en aquella escena de Keylan arriba de ese doctorcito y, este muy campante agarrando la cintura de Keylan con una mano mientras que la otra estaba en su nalga.

—¡Lo siento! Perdón, no debí hace eso, ¿okey? —dijo tratando de arreglar las cosas. Tratando de que Keylan no se alejara de él.

Keylan hizo caso omiso a sus disculpas y pataleo para librarse del fuerte agarre de Dereck. Dereck vio que no iba dejar de patalear así que le quito la mano de la boca y Keylan al instante grito otra vez, pero no alcanzaron a escucharse los demás gritos, ya que Dereck poso sus labios contra los suyos. Sin moverlos, simplemente sellados. Keylan poco a poco dejo de patalear, mas bien se estaba arqueando al sentir una mano intrusa al meterse por los jeans morados ajustados que había comprado, ahogo un gemido en la boca de Dereck cuando metió un dedo bruscamente pero a la vez suavemente en su interior. Dereck despego sus labios de los de Keylan para pegar su frente con la de él.

—Perdóname, pégame si quieres pero perdóname, bebé —el corazón de Keylan dio un vuelco ante el la palabra cariñosa que le había dicho.

Dereck siempre lograba enamorarlo más. Estaba claro que tenía que convencer a su padre de que lo dejara quedarse aquí. Con Dereck.

Continuará...

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