—Keylan, no tengo idea de que me estas hablando...
—El otro día... cuando Julio llego inesperadamente fui a buscarte... No estabas solo... —en ese momento Dereck comprendió. Keylan había visto a esa mujer besando a Dereck.
Dereck río, Keylan había malinterpretado todo. La chica había amenazado a Dereck que si no la besaba le diría todos que Keylan se revolcaba con él. Aunque no tenía la más mínima idea de como se había enterado. Pero Dereck solo quería proteger a su ser querido, su ser especial y amado.
—Keyla... —se acercó a keylan tomando desprevenidamente a Keylan de la cintura
—Suéltame, no me llames así —trato de zafarse del agarre de Dereck. Pero su fuerza —si es que tenía— no se compraba con la de Dereck.
—Mi amor, estas equivocado. Esa mujer me amenazo con que si no la besaba, les diría a todos de nuestros encuentros deseosos...
Keylan lo miro sorprendido y un poco avergonzado. Había entendido mal la situación y vaya que lo hizo. Por otra parte Keylan estaba sorprendido. ¿Amor? Lo había llamado Dereck. Su corazón latió desbocado ante esa simple palabra mencionada por esos labios que le decían cosas bonitas o que recorría su cuerpo en sus momentos de placer y lujuria.
—Keyla, escúchame, yo no te traicionaría a ti. Al menos no en voluntad propia, yo nunca traicionaría al chico mas hermoso que amo y que justo ahora lo estoy viendo... —susurró tierno hacia Keylan, robándole un beso tierno. A lo que esté por reacción natural se sonrojó y enseguida mostró una sonrisa nerviosa.
—Entonces... ¿Si me quieres?...
Dereck en ese mismo instante se dio cuenta que Keylan... era adorable en todos los sentidos. Aqu ej ya lo hubieran hecho no estaba corrompido. Eso era lo que le gustaba de él. A veces se mostraba atrevido en sus encuentros pero cuando pasaba la temperatura se avergonzaba de ello.
—Tal vez nunca te quise... —Keylan lo miro serio y triste—, siempre te ame —termino la oración rápidamente al ver la expresión de Keylan.
Keylan sonrío tiernamente y rastro de felicidad inundo su rostro al instante, su corazón latió con fuerza, haciendo zumbidos que pensaba que se escucharía por el silencio cómodo. Dereck aprovechó la cercanía que tenía hacia su ser especial para poder besarlo. Después de una semana sin haberse visto, besado o tocado, habían llegado al límite. No podían aguantar otro día más estar cerca del otro y no poder hacer lo que querían.
—Te necesito... ahora...
Dereck ahora lo besaba salvajemente, necesitaba probar y saborear esa boquita que no había probado hace una semana. Apretó el trasero de Keylan, haciendo a este ahogar un gemido entre la boca de Dereck, necesitaba a Keylan, con pasos lentos y torpes se dirigieron a la cama de Keylan, cayendo en ella suavemente. Querían disfrutar el momento. Porque ambos sabían que el padre de Keylan no cambiaría de opinión acerca del viaje a Londres. No podían cambiar la decisión de su padre.
Pero debían intentarlo si querían en verdad estar juntos.
La ropa empezó a desaparecer poco a poco pero a la vez con rapidez. Hicieron lo que tenían que hacer. El amor. Porque se amaban, se habían enamorado a tan solo hace unas semanas. Pero el amor era así, el amor nunca se rinde si es fuerte, el amor puede contra todos si tienes confianza y tienes valor.
Eso era lo que ellos tenían. Y era todo lo que necesitaban en ese momento. Valor y confianza para dar por fin su relación a la luz. Dejaron a de pensar en lo que les dijeran todos, en los chismes si hablaban mal del otro, no creerían en nada hasta escuchar las palabras de su amado. Solo debían confiar en ellos mismos. En nadie más, y lo sabían, sin embargo, habrán personas que harán de todo por separar su relación.
Continuará...
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Deseo y Posesividad
Teen FictionEl joven Keylan Elizondo llega al rancho millonario de su familia, atrayendo las miradas al instante de los peones, ¿y quien no? Keylan tenía un cuerpo de infarto, pero no como el de un hombre, si no como el de una mujer, ese culo grande y bien par...