Keylan estaba un poco animado gracias a Julio. Desde que habían llegado Julio había notado su estado de animo. Así que Keylan no se la pasaba en el cuarto todo el día, si no que Julio aunque sea a la fuerza lo sacaba para que se despejará un poco. Que se distrajera. Todavía no le había dicho la verdad.
—Julio... necesito decirte algo... uhm...
Julio lo miro. Tal vez ya le diría la ubicación de su hermana. Keila.
—Dime lo que quieras.
—Okey pero primero cálmate y respira hondo... —Julio lo hizo. Conteniendo el aire en sus pulmones—. Yo soy Keila...
Keylan miro a Julio, que nada más lo veía con una sonrisa que esta de pronto se borro poco a poco. Ahora estaba serio pero de pronto exploto a carcajadas que por un instante le asusto. ¿De que se reía?
—¡Buena broma, no sabia que tenias ese sentido del humor! —entonces por eso se reía. Lo había tomado como un chiste. Una broma. No le había creído.
Keylan un poco fastidiado por las carcajadas de Julio se levanto de la banca y se fue caminado poco a poco. De pronto las risas de Julio ya no se escuchaban. Ya no se reía.
—¡Hey espera! ¿Es cierto? —pregunto una vez que estuvo al lado de él.
—Si...
De pronto Keylan sintió un jalón brusco de Julio, pero no hizo nada, solo... lo examinaba. En eso sintió otro fuerte jalón en su cintura, separándolo inmediatamente de Julio. Unos brazos fuertes enredaron el cuerpo de Keylan. Esa fragancia y esa brusquedad la conocía bien. Keylan estaba sorprendido ya que vio que atrás también venía Cristian, Dylan y Patrick. Sin embargo eso no evito que también lo abrazara, fuerte.
Keylan pensaba que seguramente era un sueño y ya. Pronto despertaría y Dereck ya no estaría ahí. Abrazándolo como si su vida dependiera de ello. Estaban juntos. Nada importaba ahora.
Ambos lloraron y se abrazaron con más fuerza. Apenas habían pasado una cuantas horas lejos del otro y ya se extrañaban y se abrazaban como si no se hubieran visto en años. Pero así era el amor, no podían estar tanto tiempo lejos del otro. Cristian había comprendido en ese instante que tal vez Keylan no era el indicado para él. No era el indicado para su corazón. La semana que él había prometido no pudo cumplirla ya que keyla si moré se le escapaba. Pero era mucho mejor así. Keylan amaba a Dereck y Dereck a él.
Sonrío sinceramente, si Keylan era feliz con Dereck, estaba bien con eso. Pero si algo sucedía y Keylan lo buscaba a él. No retrocedería e intentaría otra vez ir a por él. Solo si Dereck en verdad se pasaba de la raya. Además con el carácter que se cargaba.
Dylan les dijo que era mejor discutir todo lo que había pasado en el lugar donde ahora viva Keylan. Pero no sabia que vivía con Julio. Aunque claro en cuartos diferentes. Julio no tenía esas dobles intenciones con Keylan y no las iba a tener por que él fuera Keila.
Cuando llegaron, se sentaron en los sillones ahora en el lugar que vivía Keylan junto con Julio. Keylan les había explicado como sucedió todo. Como conoció a Dereck. Como Keylan se enamoro de Dereck. Todo. De principio hasta donde estaban ellos actualmente y el porque Keylan se había ido sin avisar y en contra de su voluntad. Dereck enseguida se sintió aliviado. Porque Keylan se había ido para protegerlo a él, no porque no lo amaba. Y Julio solo había sido una condición que el había impuesto el padre de Keylan. Su patrón, al que apuñaló por la espalda en el momento en que se fijo en Keylan. Pero no pudo evitarlo. Keylan era un ángel que debía ser visto por todos. Y así fue, ya que cuando Julio y Keylan subieron al avión, a este último mencionado se le quedaron viendo embobadas tanto como embobados. Aunque Keylan estaba acostumbrado porque nunca se daba cuenta de las verdaderas intenciones de todos ellos.
Pero ahora debían convencer, aunque fuera por las manos al padre de Keylan. Él había indicado todo esto, ya que el mismo quiso que Keylan pasara las vacaciones con él. Pero nunca se imagino que se enamoraría de un peón. Aunque con mayor autoridad ya que era el capataz.
Pero no iban a regresar. No en ese lugar donde corrían peligro de nuevamente ser separados. Keylan tenía miedo y estaba asustado por lo que pudiera pasarle a Dereck ahora que estaba con él. Keylan pensaba que tal vez si no hubiera conocido a Dereck y si hubiera detenido esos sentimientos que comenzaba a tener con Dereck, nada de esto estuviera pasando. Dereck no estaría en peligro. Todo por su culpa.
Pero no podía detener ese sentimientos incontrolables que con solo ver a Dereck se abarrotaban y hacia que floreciera cada vez más algo en su interior. Le gustaba la sensación, era tan agradable. Tanto como tener a Dereck junto a él en ese mismo instante. Acariciándolo.
Los buenos momentos duran, los malos no. Pero en algún momento puede ser que los malos momentos aparezca a de repente y duren.
Continuará...
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Deseo y Posesividad
Teen FictionEl joven Keylan Elizondo llega al rancho millonario de su familia, atrayendo las miradas al instante de los peones, ¿y quien no? Keylan tenía un cuerpo de infarto, pero no como el de un hombre, si no como el de una mujer, ese culo grande y bien par...