Epilogo

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Al final Dereck y Keylan si se habían casado. Como siempre lo quisieron. Como siempre lo soñaron. Y puede ser que Dereck y Keylan antes de nacer estuvieran destinados a estar juntos, estaban condenados a estar juntos.

Las personas no eligen de quien enamorarse, ni de que sexo enamorarse, así es el amor. A veces la posesividad les ayudaba a reconocer cuanto amaban a esa persona. A su persona destinada. Y a veces el deseo que sentían les ayudaba también a darse cuenta que nunca se podrían cansar de su personas. Porque siempre la iban a desear, no importaba el día o la hora o si la otra persona estuviera lejos de la otra. Si es amor de verdad la deseaban hasta morirse.

El amor es un sentimiento que no sabes cuando lo vas a sentir. O hay veces que ni te das cuenta de que ya lo estas sintiendo. Hasta que un tercero o tercera llega y tienes la sensación o intuición de que te la va a quitar, en ese momento sientes una posesividad incontrolable. No importa si eras chica o chico, la tienes, algunos muy dentro, otros siempre la tienen afuera, y hay otros que fingen no tenerla. Pero ese sentimiento de posesividad siempre esta ahí. Dentro de tu persona.

Deseo y Posesividad ambas palabras juntas combinan a la perfección. Eso no los enseñaron Dereck y Keylan. A ellos no les importaban los terceros —Cristian y Erick— ni por rumores. Solo ellos y nadie más. Lucharon ambos por su amor, contra todos.

Keylan tuvo las mejores vacaciones de su vida. Conoció a Dereck; conoció el amor. El placer. El deseo y la posesividad que siempre va a existir entre Keylan y Dereck. Siempre. Tampoco es malo que un hombre se embarace después de hacer varias veces el amor con la persona que verdaderamente amas. Eso lo supo Keylan. Así es, Keylan había quedado embarazado después de un año y medio de su boda. Y obviamente de Dereck que este al instante se desmayo, pero de la emoción porque la persona que amaba iba a tener un bebé de él. Producto de su amor. Pero mayor fue la sorpresa cuando fueron a la Obstrata (es el médico que checa a los bebes durante el crecimiento del bebé, todavía dentro de la mujer) y les dijo que eran tres bebés. ¡Tres bebés sanos y fuertes que tenían un mes de crecimiento en el vientre de Keylan! Su alegría era tanta que empezaron a llorar de la emoción y de la felicidad. Se amaban, eso estaba más que claro. Se lo demostraban a diario, en lugares públicos, en lugares privados, muy concurridos, etc.

Dereck y Keylan sabían que su vida no podía ser más perfecta. Cuando llego el parto de Keylan, el primero en nacer fue un niño que lo reconoció Keylan y Dereck  al instante al ver como la doctora le puso una manta suave azul. El siguiente bebé era una niña. Keylan hacia su esfuerzo para que saliera el ultimo, pero mayor fue la sorpresa y el dolor de Keylan al ver que salían más de tres bebés, ¡eran cuatro!. Los últimos dos salieron al mismo tiempo, uno era niña y la otra también. Dereck con la cámara se desmayo de la impresión. Keylan en cambio también se desmayo, pero del esfuerzo que había dado a traer a sus hijos al mundo.

La felicidad se veía desde kilómetros de distancia. Keylan y Dereck junto con Cristian —que este se había hecho novio de la mejor amiga de Dylan. Katia. Y Dylan y Patrick que habían empezado una relación amorosa, a estos últimos se mostraron sorprendidos, pero a ambos les dio gusto saber que los aceptaban y no se enojaban con ellos—, a escoger los nombres de los cuatro angelitos de amor de Dereck y Keylan. Al único niño le pusieron Alex, a la primer niña que nació le pusieron Celeste, la segunda Keyla —estruendosas carcajadas sonaron en la habitación de hospital al sugerir Patrick ese nombre, era como había llamado Dereck ha Keylan cuando se conocieron, pero aceptaron el nombre, ahora Dereck tenía a otra Keylan—. La tercera DulceMaría. Las tres niñas eran como las describía su nombre, y el niño también. Era la mejor adoración que pudieron tener Dereck y Keylan.

Pasaban los meses y de pronto Celeste y Alex le pidieron a Dereck y Keylan cuando conversaban con sus familiares otro hermanito. Esta vez niño. Pero claro Alex era niño y a veces jugaba con sus hermanas pero no era lo mismo. Dereck había sonrío ante esa petición de sus hijos. Keylan no opuso resistencia, solo se dejo hacer otra vez. Dereck amaba tanto a Keylan, por darle una familia. Una familia que el atesoraría y amaría siempre.

Otra vez Keylan quedo embarazado después de diez intentos exactos —Dereck tenia mucha energía ya que con los niños en la casa no podían hacer lo que querían—, pero keyakn no se quejó. Quería tener cuantos niños pudiera. Quería llenar la casa de niños corriendo por aquí y por allá. Eso era lo que simple había soñado. Una familia de él, donde Dereck y Keylan la formaron. Con su amor puro y luchador.

La familia fue creciendo ya que a Keylan, en el parto le salieron dos. Dereck esta vez no se desmayo, si no que salto cual niño pequeño de la emoción. Pero eran dos niñas. Alex dijo que quería un niño después de que Kristel y Anabelle —el nombre que le habían puesto a las bebés— cumplieron un año.

—Entonces tu mamá y yo haremos lo que los adultos hacen hasta que nazca otro niño, pero no entren a nuestro cuarto por diez horas, ¿Okey? —esa fue la respuesta que Dereck le dio a su hijo que este solo asintió, cargo a Keylan cual princesa y se lo llevo directamente a su nido de amor. Donde habían sido productos sus hijos.

—¡No espera, acabo de recuperarme! —grito Keylan antes de que Dereck cerrara de una patada la puerta de la habitación.

Dereck haría la petición de su hijo. No se cansaría de hacerle el amor a Keylan hasta que saliera un niño. Y si es posible más.

FIN.

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