—¿Como que Keylan ya se fue? ¡Se supone que se iba mañana! —grito histérico Cristian, y no era para menos. Keylan ya se encontraba viajando a Londres.
—Si así es, al parecer me insistió mucho para que le consiguiera un boleto de avión para hoy.
Patrick y Dylan se miraban, ellos habían escuchado algo de la discusión que tuvieron Keylan y su padre. Pero no escucharon mucho, solo gritos que no alcanzaban escuchar desde la distancia en la que horas antes estaban. Dereck se quedo helado, apenas iba a entrar al comedor cuando escucho eso. Parpadeo varias veces, sonrío tratando de que lo que escucho fuera una broma de mal gusto. Keylan no pudo haberse ido.
—¿Se fue solo?
—No...
—¿Entonces, con quién se fue?
—Con Julio —respondió macabro con un pequeño toque de burla. Le había dicho a Keylan que si no quería que a Dereck lo despidieran o le hiciera algo debía llevarse a Julio de ahí, claro que le había dicho a Keylan que le confesara a Julio que Kelia era un chico y no una chica y que ese chico era él.
Dereck sin hacer un mínimo de ruido se dirigió escaleras arriba, lentamente. No quería aceptarlo. Keylan no pudo haberse ido sin despedirse de él, sin darle un motivo alguno por el cual se fuera. Por el cual se alejara de él. Se quedo parado frente a la puerta de la habitación de Keylan, con la mano en puño, cerca de tocar. Le daba miedo tocar y que no contestara nadie. Tomo el pomo de la puerta fuertemente, suspiro esperanzado. Abrió la puerta, no había nadie, ni siquiera se escuchaba la ducha. Vio el armario de reojo, estaba completamente abierto, vacío, sin ninguna prenda.
Keylan se había ido. No podía asimilarlo bien. Sin esperarlo sintió algo quebrarse en su interior. Sintió como algo se desgarraba en su pecho haciéndose pedazos; añicos. Tal vez... Keylan no lo amaba tanto como pensaba y solo fue una distracción para pasar el rato o tener algo de diversión en sus vacaciones. Algo inesperadamente se deslizó por su mejilla cubierta por algo de barba. Era agua que resbalaba ahora por ambos ojos. Lagrimas, eran lagrimas de dolor. Eso le sorprendió, nunca había llorado, ni siquiera cuando lo dieron a luz lloro, ¿porqué ahora? Keylan en verdad significaba tanto para él. Se había llegado meter a su vida como nadie tenía idea. Lo amaba tanto que ya no podría vivir sin él.
Dereck con pasos torpes y desganados se dejó caer en la cama de Keylan. La que antes era su cama, agarro una almohada y la olió exhalando fuertemente, las lagrimas empezaron a caer, una tras otra. El aroma de Keylan seguía ahí, sollozo fuerte. No podía seguir adelante con su vida si no estaba Keylan en ella. Porque Keylan sin que nadie lo viera o sintiera venir, ya era parte de su vida, de su corazón. Y se lo habían arrebatado cruelmente. No lo soportaba. No quería ni podía seguir adelante. Cerró sus ojos fuertemente, pensando que solo era una pesadilla y que Keylan seguí ahí. Junto a él.
Los recuerdos que había pasado junto a Keylan venían como un rayo a su mente para pasar lentamente cada suceso. Haciéndolo más doloroso. Más triste. Más desastroso y lastimero. Lo quería, lo quería a él. Lo amaba solo a él. Quería verlo, sentirlo, tocarlo, acariciarlo, besarlo, hacerle mimos, decirle cuanto lo amaba, cuando lo deseaba, cuanto quería poseerlo. Quería todo de él, pero solo de él. Keylan era suyo, no se iba a escapar tan fácil de Dereck Hass. Porque Dereck Hass, lucharía por él. Lo buscaría por todo el mundo si era necesario, todo. Amaba a Keylan, pero su insisto de posesividad empezaba a despertar lentamente. Otra vez las palabras que anteriormente había sentido las empezaba a sentir otra vez. Deseo y Posesividad. Y amor. No podía dejarlo ir así como así. Porque nadie se escapaba de él. Nadie. Y ahora mucho menos que Keylan había correspondido a sus sentimientos de amor. A su confesión y, sobre todo, se había entregado completamente a él. En cuerpo, alma y corazón.
—Espérame Keylan... Muy pronto volverás a mí... Lo prometo... —prometió, recordando la primera vez que conoció a Keylan, la pie ra vez que lo toco y lo hizo suyo. La primera vez que hicieron el amor sin darse cuenta.
No podía rendirse tan fácilmente y dejarle el camino libre al niño de papi.
—¿Dereck? —pregunto Dylan para saber si estaba ahí. Tenía que decirle lo que había escuchado, Patrick le iba decir a Cristian.
—¿Mhm?
—Necesito decirte algo que escuché.
Dereck se levanto rápidamente después de limpiarse las lagrimas discretamente.
—¿Que sucede?
—Yo... uhm... Escuché a Keylan y a mi tío discutir en su despacho ayer, en la noche. Mi tío le estaba diciendo a Keylan que porque no se quería ir y después puros sollozos y gritos de Keylan y mi tío también solo que él no está llorando. Pero alcance a escuchar que si no quería que te despidiesen... Keylan tenía que irse... Patrick se lo esta contado a Cristian... Y hoy cuando desperté yo... vi a Keylan salir con Julio por petición de mi tío...
—No puede ser... —suspiro, intentado calmarse. Keylan se a había ido para protegerlo a él. No porque no lo amaba.
—Así es. ¿Es cierto? —pregunto Dylan antes de irse. Deteniéndose en el marco de la puerta.
—¿Qué? —pregunto Dereck, viéndolo fijamente. ¿Que era cierto?
—¿Qué uhm... te acostaste con Keylan?...
—Si —respondió Dereck sin ninguna pizca de arrepentimiento, ni siquiera de vergüenza. ¿Porque alguien tendría que avergonzarse por acostarse con la persona que ama?
—Ah y... ¿Te gusta?
—Lo amo —Dylan abrió sus ojos hasta mas no poder. Pero al instante sonrío, Keylan había estado muy feliz en el tiempo que estuvo aquí. La razón dedujo al instante que era Dereck—. Quiero y necesito verlo pero...
—Ya compre boletos. Cuatro para ser exactos. Así que prepárate, iremos por Keylan. No voy a dejar que ese rubio oxigenado le haga algo.
Dylan sonrío satisfecho al ver la cara de impresión de Dereck. Se retiró escuchando un gracias de Dereck. Dylan era así, le gustaba ayudar a las personas, y más a las que separaban injustamente.
Pero no sabia como se lo iba a contar a Cristian, él también estaba enamorado de Keylan. Ya veríamos que sucedería después. Primero debían pensar en que parte de Londres estaría Keylan.
Continuará...
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Deseo y Posesividad
Teen FictionEl joven Keylan Elizondo llega al rancho millonario de su familia, atrayendo las miradas al instante de los peones, ¿y quien no? Keylan tenía un cuerpo de infarto, pero no como el de un hombre, si no como el de una mujer, ese culo grande y bien par...