Todos se encontraban sorprendidos por la visita inesperada de nada menos que Julio. Keylan se estaba muriendo de los nervios, podía descubrir que con quien modelo no era una mujer si no solo un chico. Un hombre. Y no ayudaba en nada las miradas que le lanzaba Julio desde que había llegado. Pareciera que estaba sospechando.
—¿Que haces aquí Julio? Que yo sepa tu padre se fue a Australia —comenzó a decir el padre de Keylan.
—Si así es. Pero yo me quede, ¿no tiene nada de malo verdad?
—N-No por supuesto que no —menciono inmediatamente el padre de Keylan.
Julio miro a Keylan.
—¿Quién eres tú? —pregunto inspeccionando a Keylan de arriba e abajo. De algo le parecía familiar.
—K-Keylan...
—¿Keylan? ¿Tienes hermanas? —esa pregunta llego inesperadamente a su cerebro. Debía ser hermano de esa hermosa mujer que había conocido.
—N-No...
—Si —
El padre de Keylan y Keylan se miraron, Julio sólo pudo a atinar fruncir el ceño, claramente confundido, uno le decía que no y otro que si.
—Si.
—No.
El padre de Keylan carraspeo dandole a entender a Keylan que cerrara la boca.
—¿Si o no? —pregunto, aunque por dentro se estaba riendo de la situación bochornosa.
—Si, lo que pasa es que... Kenia no viene muy seguido aquí... vive en... —miro a Keylan—. ¡Londres! Si eso... —no mintió, Keylan vivía en Londres. Pero había decidió pasar las vacaciones ahí con su padre.
—¿Londres?... Londres... Londres —siempre olvidaba todo. Por eso a veces repetía las palabras que otros trataban de decirle.
—¿Por eso estas aquí? Para saber donde vivía Kenia.
—Uhm no... Vine para quedarme unos días. Claro si no es mucha molestia.
—Pues fíjate que si era una completa mole-
Dylan había callado a Cristian tapándole la boca con su mano. Keylan estaba absorto en otros pensamientos. Todas tenían que ver con Dereck. ¿Donde estaba? No lo había visto desde que despertó. Cosa que lo deprimió mucho.
—Disculpen, yo me retiro —hablo educadamente Keylan para después salir de la gran mansión.
Necesitaba ver a Dereck. Fue al único lugar que esperaba encontrarlo; las caballerizas. Lo encontró pero no solo... Había una mujer madura. La había visto antes, era una criada. Era hermosa y tenía un cuerpo estupendo. Pero no mejor que el de Keylan aunque él no lo consideraba así. Vio como la chica se acercaba a Dereck con pasos sensuales, subiéndosele en el camino la minifalda negra que traía puesta. Exponiendo gran parte de sus muslos. Dereck no hacia nada, absolutamente nada. Se fue, dolido y destrozado, cuando la chica beso a Dereck. ¿Sentimientos? Si claro...
Keylan en ese momento se sintió utilizado, utilizado cruelmente. Sólo pudo atinar a correr con unas cuantas lagrimas un poco visibles en su mejillas rosadas. Ya no quería ver a Dereck, ni hoy ni nunca. Eso lo había lastimado mucho.
Se metió despacio y cuidadosamente en la mansión sin hacer ruido, no quería armar un alboroto. Fue a su habitación casi corriendo, tropezando algunas veces. Entró y azoto la puerta bruscamente. Sollozo y se estiro sus cabello. ¿Amor, era lo que había dicho Dereck? Mentiras. Eso eran, puras mentiras estupidas. Se tiro en su cama ahogando sus sollozos contra la almohada. Haciéndolos menos ruidosos. Lloro y lloro hasta que sus lagrimas se secaron. Se había cansado de llorar. Se levanto débilmente de su cama para ir al baño. Cuando entro lo primero que hizo fue mojarse la cara. Se miro en el espejo. Keylan pensó que esa mujer era mucho más hermosa que él. Pensó que a Dereck le gustaban las mujeres maduras y por eso dejo besarse por esa mujer experta en todo. Él en cambio no era un experto, era un inexperto con todas sus letras, seguramente Dereck ya se había cansado de él, o tal vez le había dado asco que usara bragas cuando en realidad debería usar bóxer; como todo hombre o chico de su edad. ¿Debería cambiar su apariencia y parecer más masculino? Descartó esa idea tonta. No por un hombre que le había roto el corazón iba a dejar de ser él, no por uno solo iba a cambiar su apariencia. Si a él le gustaba vestir y usar bragas y mientras se sintiera cómodo no había problema.
No por Dereck iba a cambiar. No iba a dejar de ser el mismo.
No por Dereck iba a dejar de llorar. Pero debía intentarlo. Si Dereck ya había besado a otra ¿por que él no también?
Continuará...
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Deseo y Posesividad
Teen FictionEl joven Keylan Elizondo llega al rancho millonario de su familia, atrayendo las miradas al instante de los peones, ¿y quien no? Keylan tenía un cuerpo de infarto, pero no como el de un hombre, si no como el de una mujer, ese culo grande y bien par...