Capítulo XXII

1.4K 96 22
                                    

Me levanté 6:30 cuando la alarma sonó, sólo había dormido dos horas debido a la ansiedad que tenía. Para mi suerte hoy papá estaría en casa pero sólo por la mañana, así que debía preguntarle cuanto antes lo de Bianca. Tomé la foto de mi mesita de luz y bajé al comedor donde él ya se encontraba desayunando con su típico e impecable traje negro acompañado de la infaltable corbata. 

-Campeón, como amaneciste hoy?  Soltó mientras tomaba un sorbo de café.

-Bien, eso creo.  Afirmé sentándome en frente de él. -Tengo que hacerte una pregunta.  Dije, realmente no podía aguantar más esta duda.

-Qué hay? Si te refieres a fiestas en casa o algo por el estilo te regalo un NO por adelantado. Contestó sin dejar de ojear el diario que se encontraba en la mesa.

-No , se trata de esto. Dije sacando la fotografía y poniéndola sobre la mesa. Él soltó una sonrisa, como recordando aquellos tiempos en donde su "campeón" era el mejor Capitán América de la historia.

-Recuerdo esto, solías venir conmigo al trabajo todos los viernes. Por qué la trajiste aquí? 

-Sólo necesito saber quien es ella, puedes recordarla?  Pregunté algo ansioso.

Su cara empezó a mostrar signos de tristeza o quizás de culpa.

-Eh... si. La recuerdo, se llamaba Bianca si mi memoria no me falla. Podemos parar aquí? Por qué quieres saber de ella hijo? Fue hace años!  Exclamó con nerviosismo

-Es una historia larga, sólo dime por qué estaba allí conmigo, es importante.

-Dios, que testarudo eres! es lo único que tienes parecido a mí! Te contaré. Afirmó resignado -Era hija de Pablo, un empleado de Resmont que fue mi amigo durante un tiempo. Por lo que me contaron, él.... murió, Gonzalo

-Qué? Pregunté helado -Por qué dejó de ser tu amigo papá? Qué le pasó? 

Mi cuerpo no paraba de temblar y mis latidos estaban acelerándose repentinamente.

-Era alcohólico hijo. Realmente era un hombre con una inteligencia envidiable, digno de un puesto de categoría en la empresa pero su adicción lo fue matando. Un día tuvo que llevar un paquete con dinero a una constructora, le presté un transporte de la empresa en la mañana, se hicieron las tres de la tarde y todavía no llegaba. Una hora después llegó totalmente ebrio y nervioso, probablemente había tenido una pelea familiar y el auto estaba destrozado, lo había chocado. Tuve que despedirlo sabes? Me dolió pero tenía que hacerlo, cometió un error grave.  Comentó con lágrimas en sus ojos, como si en verdad le doliera la pérdida de ese hombre. -Ese mismo día Bianca estaba jugando contigo en la empresa, Pablo la había traído a la mañana y se quedó hasta la tarde. Era una niña bastante dulce y tenía un grado de madurez que otros niños no tenían. Se llevaban bastante bien, tú te ponías demasiado triste cuando Pablo no la traía-

-Cuando el llegó de ese modo, tu padre lo tomó del brazo y lo llevó a su oficina, allí se produjo el peor conflicto que he escuchado en mis años de empresaria. Bianca dejó sus juguetes y fue corriendo hacia la oficina como acostumbrada a este tipo de situaciones, tú arrojaste tus muñecos y la seguiste. Sólo te paraste a su lado y la tomaste de la mano mientras contemplaban todo el desastre, nunca estuve tan orgullosa de mi niño. Interrumpió mamá, que estaba escuchando toda la situación con lágrimas en sus ojos.

Tragué saliva, parecía que algo se me había atorado en la garganta, mis manos sudaban y la tostada había caído en mi estómago como un pedazo de plomo. Ahora entendía todo, el sufrimiento de Bian, su frialdad, sus cicatrices (que ella no sabía que yo había notado, cuando sus mangas se levantaban cuando dormía) y sus ojos, llenos de dolor. A la vez tenía miedo de que Bianca se enterara de que mi padre fue el villano que despidió al suyo provocándole probablemente más problemas, definitivamente me odiaría.

-Por qué quieres saber esto bebé? Preguntó mamá abrazándome por detrás y besando mi mejilla.

-La encontré , es ella. Afirmé con el poco aliento que me quedaba y soltando una sonrisa.

-Bianca? Hijo, es imposible.

- Yo tampoco podía creerlo. Pero sí esta aquí y  probablemente más cerca de lo que imaginas. Debes creerme, Bian es increíble.

-Por lo visto su poder de hacer brillar tus ojos como hace 11 años sigue intacto. Afirmó mamá con una sonrisa pícara

BIANZALO-Simplemente único.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora