Capítulo V

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Siento que me toma del brazo y me trae hasta él. Sólo me abrazó. Fue uno de esos abrazos eternos y fuertes que parece que, pase lo que pase, nada te puede hacer daño, vos estás ahí apretado y sentís que no hay nada mejor. Era lo que necesitaba, justo lo que deseaba en un día como hoy, alguien que me haga aliviar,por lo menos un ratito, el dolor del alma.

- Y eso? pregunté

- Mirá, no se lo que te pasa o qué tenés hoy. Pero algo te hace poner triste y a lo mejor te podía ayudar esto, soy muy bueno dando abrazos *dijo riéndose*

- Sólo le sonreí, no me salió decirle nada más.

- Te veo esta noche – dijo

Se fue y me quedé ahí mirándolo, me había alegrado el día. Me había hecho sentir bien entre tanto mal. Era perfecto.

Entré y fui corriendo a mi habitación a descambiarme. Me saque la chomba del cole y me dí cuenta que su perfume había quedado ahí, realmente ese aroma debía ser considerado la séptima maravilla del mundo.

Bajé y estaba mamá sacando la carne del horno y Ludmila sentada en la mesa hablando con Nacho, como hace las 24 horas del día.

-Emilse se fue a comer con Fede, somos tres hoy- dijo mamá.

Mamá es lo más. A veces peleamos pero sé que sin ella no podría vivir, es lo más lindo que me queda. Hoy la veo y ya no es la misma que hace unos años atrás, está cansada, trata de disimularlo pero es imposible. Carga con el peso de criar tres chicas, y encima, adolescentes. Ella no sabe lo bien que lo está haciendo, y que aunque nunca se lo diga: la amo. Odio eso de mí, guardarme todo y darme cuenta que nunca lo dije cuando es demasiado tarde.

-Van a la fiesta hoy? Dijo

- Si má, tengo que comprarme el disfraz. Dije

- Yo también, agregó Ludmila.

-Apúrense entonces, la tienda va a colapsar esta tarde y yo, no coso lentejuelas para nadie hoy *dijo riéndose*

Terminamos de cenar y me acosté a dormir la siesta. Como de costumbre, mis "siestas" duran 5 horas o más si mi mamá no aparece en mi cuarto con el típico "¿¡HASTA CUANDO PENSAS DORMIR?!".

Me levante cinco y media y me fui a la tienda con Ludmi a comprar las cosas. Me compre un disfraz de porrista bastante bueno.

Las chicas llegaron 11 y cuarto, nos cambiamos y yo me hice dos líneas negras con maquillaje en la cara tipo rugby. Los chicos se estaban cambiando en lo de Gonza (eso imagino por el volumen de la música que venía de su casa)

-Me puso Sergio que en 5 minutos nos esperan en la vereda así salimos todos juntos- dijo Mica

Salimos y hacía bastante frío, yo tenía pollera corta y top osea que me estaba congelando.

Ahí estaban los chicos, me causaba mucho verlos así, algunos disfraces eran bastante graciosos. Él estaba perfecto, era el Peter Pan más lindo que vi en mi vida.

Estábamos caminando hacia el salón y no me sacaba los ojos de encima, no sé si era porque estaba temblando de frio y le parecía gracioso o me miraba por mirar. En el camino paramos en frente de la casa de Mica para que ella se busque un abrigo. Todos se sentaron un rato en la vereda. Yo no paraba de caminar en círculos porque tenia frío. De repente siento alguien que me dice:

- Segui caminando hasta el árbol- (Mica tiene un árbol gigante al lado de su casa)

Camine hacia allá, me puse detrás del arbol y me apoye en el tronco. Llegó el y me pregunta:

- Estas mejor?

- Si, no es nada, estoy bien.

- Mmm bueno (dice con tono dudoso)

- Tenes frío? Dice acercándose

- Un poco.

No lo podía creer estaba cada vez mas cerca. Me agarro de la cintura y se acerco a mi,

- Sos muy linda Bianca.

VAMOS!!!! Se escucha desde la vereda.

Obviamente esto corto el momento y el me soltó poniendo una carita de decepción.

- Vamos? Le dije

- Vamos. *dijo tomándome de la mano*

BIANZALO-Simplemente único.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora