Capítulo XXXIX

1.3K 80 11
                                    

Inmediatamente me dí la vuelta para quedar en frente suyo y pude ver que sus ojos estaban hinchados, seguramente había estado llorando hasta hace unos minutos.

-Sé que no querías que viniera, pero no podía dormirme y siento que estoy desperdiciando cada minuto que paso lejos tuyo. Dijo rompiendo el silencio

-Lo sé, necesitaba que estuvieras aquí aunque haya dicho lo contrario, te extrañaba tanto.  

Inmediatamente su fuerte brazo me colocó sobre él antes de tomar mi rostro y besarme con pasión jugando con mi remera, sé como terminaría esto y también se me cruzó por mi mente que estábamos en mi casa y alguien podía oírnos, pero nada importaba en ese momento, sólo lo quería para mí una última vez. Nada podía hacerme sentir más viva que su respiración agitada en mi cuello o sus abdominales rozando los míos y sinceramente no creo que nadie pueda hacerme sentir lo mismo después de él, sólo será sexo y nada más. Creo que yo estaba cuidándome correctamente, bueno, eso espero porque esta última vez él no lo hizo. En fin, me lastimaba el saber que ya no volvería a acariciar esa piel morena que me vuelve loca ni llenaría de besos en las mañanas unos cachetes más lindos como esos hasta hacerlo reír de la manera más perfecta que ví en mi vida. 

Realmente nunca habíamos durado tanto tiempo, creo que los dos sospechábamos que podía ser la última vez. Cuando nos separamos yo me quedé  sobre él mirándolo por un momento y acomodando su cabello algo despeinado, me gustaba que me mire sin decir nada porque sus ojos ya me decían todo lo que quería escuchar.

-Vas a esperarme, no? Preguntó con miedo

-Gonzalo no podría olvidarte aunque quisiera. Claro que voy a esperarte. Contesté provocando una sonrisa de ilusión en su rostro.

-Qué hora es Bian? Creo que nos excedimos del horario. 

-Las cuatro amor. Dije sorprendida al prender mi  teléfono celular, que de hecho llevaba de fondo de pantalla una foto de él durmiendo sobre mí, me había rogado que la saque por semanas porque "la odiaba" pero sinceramente es una de mis preferidas.

-No sé como lograré levantarte dentro de dos horas, debes ser considerada un koala amor, nunca puedes madrugar y menos lo harás en un rato. Bromeó mientras me tiraba en la cama de nuevo. Me llenaba el alma verlo así, riéndose hasta que se le achinen sus ojos mieles.

-No te burles de mí Gravano, sabes que dormir es mi segunda debilidad después de vos.

-Wow, pensé que ocupaba el puesto tres, después de tu almohada y tus sábanas.Respondió acomodándose en mi pecho para que le acaricie el pelo como siempre.

-Ya duérmete mi amor, el insomnio está afectándote. Dije riendo

                                                                   ***

-Bianca, mamá te matará. Oí entre sueños mientras alguien sacudía mi hombro con fuerza.

-Ludmila? Qué hora es? Pregunté sobresaltada al abrir mis ojos, no había escuchado la alarma y era obvio debido a la hora que nos dormimos.

-Faltan quince minutos para irnos y ni siquiera te levantaste, agredece que subí yo en vez de mamá, podría verlo así y sabes que no le gusta que duerma aquí en la semana! Apuráte, quiero irme, están haciéndome querer vomitar el desayuno! Exclamó haciéndome retorcer por los miles gritos seguidos a esta hora de la mañana.

-Amor levántate, es tarde. Susurré en su oído mientras quitaba sus piernas de encima mío para levantarme a buscar mi uniforme.

-Dios mío! Puedes levantar a ese chico de una vez? En serio mamá subirá! Gritó algo nerviosa al ver que Gonzalo seguía pegado a la almohada.

-Para de gritar Ludmila, déjalo despertar en paz. Gonza, arriba. Dije sacudiéndolo un poco.

-No quiero ir Bian, quédate conmigo hoy. Podrías ayudarme a empacar esta mañana.

-Empacar? Despiértalo de una vez por todas! está hablando dormido! Soltó Ludmila a punto de tirarle con algo de la mesa de luz para que se levante.

-No está soñando, está diciendo la verdad. 

Ludmila quedo sin decir una sola palabra, al igual que lo hice yo el día que me lo confesó.

-Iré a contarle a mamá, es probable que me castigue por esto pero creo que me dejará quedarme. Afirmé antes de salir de la habitación bajo la atenta mirada de Gonzalo.

---------------------------------------------------------------

Es medio cortito el capítulo pero lo publico rápido para que lo lean antes de dormir. 

El que viene es un poco triste :(

BIANZALO-Simplemente único.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora