Capítulo XVIII

1.6K 86 6
                                    

Asentí con la cabeza y miré a Micaela para insinuarle que se vaya por unos minutos. Estaba desorientada, su tono de voz  revelaba que estaba algo molesto y realmente no sabía por qué razón.

-¿Pasa algo? Pregunté con algo de miedo a su respuesta

-Sólo quiero decirte que no me olvidé lo de Bruno, estaba muy enojado el día que lo ví salir de tu habitación pero después no pude decírtelo porque estabas mal, no quería traerte más problemas aunque yo esté muriendo de bronca.

-Gonzalo, Bruno es mi amigo y no dejará de serlo. Por favor, tienes que confiar en mí, si ya empezamos así.... Respondí apagándome al final

-Empezamos? Qué quieres decir con eso? agregó sonriendo. Sus ojos se habían iluminado un poco.

-Nada, sólo decía. Mentí, sabía perfectamente lo que quise decir con eso, pero era demasiado rápido, tenia miedo que haga conmigo lo que hace con todas las demás y sinceramente no podría soportar un dolor más. Sabía que si yo no le decía de empezar algo el no lo haría tampoco, probablemante por su maldito orgullo y el miedo a ser rechazado, un chico como él debe haber recibido solamente dos o tres "no" en su vida. Hace poco que lo conocía, pero las personas frías y calladas como yo tienen un gran talento: ser observadores; podemos darnos cuenta de todo aunque no digamos nada. En este tiempo pude descifrar una milésima parte de Gonzalo, en realidad me costó bastante y no entiendo por qué ya que nunca me había pasado antes con las demás personas. Era un chico demasiado orgulloso, rencoroso y jodidamente irritante a veces pero... así de hermoso, loco, colgado, gracioso, pesado, enojón, histérico, me gusta y mucho.¿Cómo no me iba a gustar si cada vez que nuestras miradas se chocan, es porque se buscan?¿Cómo no me iba a gustar si llegó a mi vida cuando lo único que quería era exiliarme del mundo?¿Cómo no me iba a gustar si siento su perfume aunque no esté cerca de mí? ¿Cómo no me iba a gustar si sólo me siento viva cuando me besa?... 

-Bueno, entonces voy a tener que acostumbrarme al señor Bruno. agregó con tono burlón

-Creo que si vecino. 

Sus brazos rodearon mi cintura inmediatamente, haciendo pegar su cuerpo con el mío.

-Sabes que no me gusta que me llames así Bian

-Gonzalo! Puede entrar alguien, nos matarán!

-Sólo prométeme que no lo dirás otra vez.  Contestó apretándome mas fuerte

-Ok, pero ya suéltame! pueden vernos acá! Agregué sacando sus brazos de mí, y dejando un beso en su mejilla antes de abrir la puerta para salir del aula.

Gonzalo provocaba un lío en mi cabeza. Me estaba enamorando de él demasiado rápido. Estoy en una estúpida nube de felicidad sonriendo todo el día, porque tengo razones para hacerlo, PORQUE MI RAZÓN ES ÉL.

Al llegar al comedor Micaela estaba esperándome en una mesa acompañada de Candela y Lara, quienes no dudaron en preguntarme dónde estaba. Mica trató de esconder la situación pero yo creía que debía contarles, después de todo también eran mis amigas.

-Yo sabía Bian! Gonzalo te tenía en la mira desde que llegó acá! Exclamó Cande

-Quedan bien juntos, son dos enanos. bromeó Lara

-Wow, esperen, no somos novios. Sólo hemos estado dos o tres veces.

-Lo que sean, me encanta. contestó Mica. -Por cierto, Bian, tenemos que practicar hoy, las olimpíadas escolares son el 18 de junio, no falta nada.

-Uy, lo había olvidado aunque si sigo comiendo así tumbaré las catorce vallas seguidas. agregué señalando mi comida

-Deja de delirar Dipasquale. afirmó 

A las 11:30 teníamos educación física, los competidores de todos los años debíamos ir al patio para comenzar a entrenarnos. Yo realizaba salto con vallas y Micaela lanzamiento de bala, por lo que fuimos juntas hasta allí. Como todos los años, también había fútbol masculino y obviamente en esta jornada cambiaron a Nicolás por Gonzalo, no me extrañaba la decisión del entrenador, Gonzalo era increíble, por lo que se decía en el colegio había sido probado para entrar a jugar en inferiores de su querido Lanús, pero no se por que razón no llego a hacerlo. Genial, una razón más para que las chicas mueran por él.

Yo entrenaba media hora sin parar y luego descansaba sólo 5 minutos, era bastante obsesiva en mi entrenamiento ya que sólo se permitían quince minutos seguidos y luego se descansaba diez para evitar desgarros. Al terminar me senté en las butacas de descanso que daban hacia la cancha de fútbol, allí estaba Gonzalo en su mundo, definitivamente jugar era su pasión, no le importaba caerse o romperse una pierna, se lo notaba feliz. Su estado físico era impresionante, hacia una hora que estaba corriendo sin parar y ni siquiera se lo notaba agitado, su camiseta estaba empapada de transpiración haciendo notar sus perfectos abdominales y sus piernas se encontraban cubiertas de barro.

De repente pude escuchar un grito desgarrador, Gonzalo había anotado su tercer gol. Una sonrisa se le dibujo en su cara y empezó a correr por la cancha con sus brazos abiertos, al pasar en frente de donde yo me encontraba me regaló una sonrisa y me señalo tiernamente. Las demás chicas quedaron mirándome, podía sentir la envidia correr por sus venas al ver que el nuevo chico más deseado me haya dedicado un gol a mí, justo a mí. Sinceramente Gonzalo había acabado de enamorarme por completo.

-Ey nena! ya tendrías que estar corriendo de vuelta! Gritó Micaela sacándome de mi nube de enamorada

-Enseguida voy, solo colgué acomodándome mis zapatillas. Contesté levantándome enseguida 

-Si, creo que Gonzalo "zapatillas" Gravano es tu distracción. Bromeó

Le regalé una sonrisa a mi amiga y me acomodé en la línea de largada nuevamente, lista para superar mi tiempo una vez más. Estaba a punto de salir y una pelota golpeó mi pierna derecha con fuerza.

-Perdón. No fue mi intención lastimarte. 

-Puedes tener más cuidado? Si comenzaba un segundo antes podrías haberme hecho pegar un buen golpe!  Dije agarrando la pelota y tirandosela en su pecho, nunca había visto a ese chico antes así que debía ser nuevo, sus bíceps eran increíbles y era bastante alto.

-Lo lamento, en serio. Contestó tiernamente

-Está bien. Así que básquet, eh?  Dije señalando la pelota y tratando de ser amable ya que parecía lamentarlo de verdad

-Si, soy nuevo, me comentaron de esto de las olimpíadas y enseguida me pusieron en el equipo ya que soy federado

-Genial! Soy Bianca Dipasquale, vos?

-Paio... Paio Rodriguez

.....................................................................................................................

Perdón por dejarlas con la intriga, espero que les guste el capítulo :)

Ya tengo toda la novela mas o menos armada y estoy muy emocionada por subirla, se vienen muchos momentos súper atrapantes. 




-

BIANZALO-Simplemente único.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora