Capítulo XLI

1.2K 80 19
                                    

 Pasaron cuatro meses desde que se fue Gonzalo. Los primeros dos meses hablábamos todo el tiempo, incluso me decía que me extrañaba a cada hora, pero el tiempo y la distancia no fueron ayudando a nuestra relación. Obviamente se hizo de nuevos amigos que parecían mucho más amantes de la noche que "mil Nachos juntos", cada fin de semana se me rompía el corazón al ver fotos de él en fiestas y rodeado de chicas. Era obvio que había decidido dejar de sufrir por mí porque simplemente todo se haría más difícil si lo hiciera, pero creo que olvidó que yo lo seguía esperando como él me pidió. Algunas veces solía hablarme para saber como estaba pero lo sentía cada vez más distante, lo estaba perdiendo de a poco. En una de nuestras charlas me comentó que fue aceptado en un club de fútbol importante y que era probable que se quedara unos dos meses más para conseguir algunos contactos y ver si lo podían recomendar en otro club más cerca de la ciudad cuando volviera, pero esperar ese tiempo realmente era una eternidad para mí. 

Él fue la persona que más amo y más amé en mi vida, mi único y último amor, sé que por más que pasen años y años lo voy a seguir recordando como el primer día, voy a seguir recordando esos ojos cafés que se achinaban cuando se reía y que me volvían loca. Extraño sus cálidos abrazos, extraño escuchar su corazón acelerarse,  extraño que me diera besos en la frente, extraño pasar horas hablando de cualquier cosa sin aburrirnos,extraño sus intentos de morderme los labios, extraño que me haga enojar a propósito, extraño el tono de su voz, extraño sentir como el mundo dejaba de existir cuando me tomaba de la mano,extraño sentir como mis labios se deslizaban delicadamente encima de los suyos,  extraño cuando me decía que era la más linda de todas, extraño que me tratara de enamorar; aunque ya lo estuviera. Lo extraño, lo extraño a él. Lo extraño y mucho. Confieso que aún me cuesta no deprimirme cuando camino por la calle y alguien lleva su perfume o cuando el marco de la puerta de la entrada de la escuela de danza se encuentra vacío sin que esté él apoyado allí mirándome con amor cada vez que yo me movía al compás de la música. Creo que sabré que lo he superado cuando escuche su voz en los vídeos de las redes sociales en los que aparece y el corazón no se me quiera salir del pecho.  

Gonzalo es como un tatuaje en mi mente, por más años que pasen va a seguir estando presente. Me hubiese gustado darle un último mimo, un último beso, una última caricia. Me hubiese gustado no haberme entregado tanto.  A partir del día que se fue algo en mí murió, nunca pude volver a ser esa chica que era antes, algo se apagó, es como si me hubieran sacado una parte de mí. Creí que al pasar el tiempo iba a poder recuperarme, pero no, siempre está en todas partes aunque en realidad no esté en ninguna. Hoy en día los recuerdos con Gonzalo se habían transformado en otro tipo de cicatriz en mí, una más profunda aún que lo de las de vidrios.

Yo creo que el primer amor no es necesariamente la primera persona con la cual estuvimos, sino esa primera persona por la cual sentimos cosas inexplicables. Él fue mi primer amor,Antes creía que me había enamorado, pero después llegó él y me di cuenta que nunca antes lo había estado, que lo que había sentido no era amor. Del único que me enamoré profundamente fue de él, al que amé con locura fue a él, y dudo que me vaya a enamorar nuevamente de otra persona, porque creo que uno sólo se enamora una vez en la vida.

Últimamente Paio se acercó mucho a mí, es un gran chico y estoy aprendiendo a quererlo. Hubo una fiesta hace unos días en lo de los Nayar, él me acompañó a casa y antes de entrar me tomó del rostro y me besó. Fue realmente lindo, él es dulce conmigo y tiene una personalidad diferente a los demás, es un niño por dentro pero también tiene una forma de ver la vida que me encanta y sabe como ganarse mi confianza, incluso esto empezando a abrirme con él. Pero... no puedo dejar de imaginar que cada vez que estoy en sus brazos es Gonzalo y que cuando me besa es mi "bebé", no voy a negar que es cruel de mi parte hacerle esto pero no me sale de otra forma y odio eso, odio no poder ser feliz después de él.

  Sé que debo dejarlo ir, él es feliz allá, tiene la oportunidad de demostrar su pasión y hacer lo que ama y aunque me duela debo hacerlo por su bien. Así que sólo espero que el destino algún día nos haga coincidir, porque si la vida nos cruzó dos veces puede cruzarnos tres. 

Hasta siempre, mi gran amor.  

 -----------------------------------------------------------------------

A que no se imaginan lo que se viene en el próximo ? :O  !!!!!!

Espero que les gusteeeeeeee

BIANZALO-Simplemente único.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora