Capítulo XLVIII

1.1K 86 17
                                    

-Ey! Gonzalo! Tienes que venir, está despierta! Gritó Bruno sacándome de mi mundo que se basaba en estar sentado en un pasillo frente a un ventanal mirando a la nada.
-Lo sabía! Exclamé mientras me levantaba con fuerza y lo seguía hasta la habitación casi al trote.
-Se despertó hace unos cinco minutos, vine a llamar al médico, le duele mucho la cabeza y apenas puede moverse. Comentó en el camino con un tono que parecía ser una mezcla de alegría y preocupación.
Mi corazón latía cada vez más rápido al acercarme al cuarto y la idea de que al fin iba a poder ver a mi Bian me provocaba una sonrisa enorme, sólo quería sentir sus brazos en mi espalda una vez más, necesitaba sus abrazos.
Al llegar a la puerta la vi junto a Pablo, él estaba leyéndole la carta que llevaba en sus manos hace unas horas, ella no paraba de sonreír y sus ojos brillaban como nunca antes. Al terminar él sólo se acercó y la besó sin lograr que borren sus sonrisas. Estaba feliz, se notaba en su rostro.
A pesar de sus ojeras y su cráneo cubierto de vendas seguía tan hermosa como siempre, igual como la recordaba. Iba a entrar tan siquiera para saludarla pero algo me detuvo por completo, me di cuenta que ella lo estaba mirando de la misma manera que me miraba a mí.
-No necesito entrar. Susurré para responder a los pequeños empujones de Bruno para que me interne en la habitación -Me alegro que esté bien, sólo dile que la quiero mucho. Agregué antes de voltearme para seguir mi camino hacia el pasillo.
-Estás loco? Cuestionó Bruno tomándome del brazo. -La dejarás así? Ni siquiera te ha visto Gonzalo! Estoy seguro de que quiere verte, no te olvidó y nunca lo ha hecho, Paio es buen chico pero Bianca sólo se enamoró una vez. Seguramente le contarán lo del bebé en unas horas, tampoco estarás allí para ella?
-Es que no quiero confundirla! Acaso yo llego en el momento más inesperado y cambio todos sus planes? No es así. Yo también la amo Bruno y no he podido sacármela de la cabeza ni un sólo día de mi vida desde que la conocí, pero quiero que sea feliz y yo siempre termino lastimándola. Dije levantando la voz. -Te hablaré más tarde para ver cómo está. Agregué tratando de tranquilizarme antes de comenzar a caminar hacia la salida.

***
NARRA BIAN
Él estaba ahí, pude oírlo. Por dios, sólo quería que traspase la puerta de una vez y me abrace, no podía prestarle atención a Paio en este momento aunque recién haya acabado de darme la mejor noticia del mundo, sólo estaba matándome la ansiedad de ver a Gonzalo después de tanto tiempo. Parecía que estaba teniendo una discusión con Bruno porque su tono de voz estaba algo alterado.
Después de unos minutos mi amigo entro a la habitación sin Gonzalo y fingiendo una sonrisa para evitar mis preguntas.
-Paio, puedes ir a comprarme una botella de agua? Preguntó Micaela, seguramente ella también había oído a Gonzalo y al ver el rostro de Bruno intuía que algo andaba mal.
- Claro, no te muevas Bian. Respondió antes de dejar un beso en mi frente y salir de la habitación.
- Está aquí no? Lo escuché, no intentes fingir. Murmure lanzándole una mirada asesina a mi amigo, sin siquiera esperar que Paio haga dos metros en el pasillo.
- Se fue Bian, lo siento. Me ordenó que te diga que te quería mucho.
-No es cierto! No puede irse! Me prometió que no lo haría nunca más, él cumple sus promesas! Grité con lágrimas en los ojos.
-Bian estás alterándote, el médico vendrá en unos minutos, quedate quieta! Ordenó Bruno al ver mis impulsos de querer levantarme e ir en busca de el amor de mi vida.
-Déjame! No lo entienden, él me despertó, estaría muerta si no me hubiese visitado.
-Iré a buscarlo! Seguramente habrá salido hace unos segundos, no debe estar tan lejos. Sólo quedate quieta Bianca estás poniéndome nervioso! Exclamó Bruno en el intento de controlar mis manos para que no me arranque el suero de un tirón. -Enseguida vengo. Afirmó saliendo de la habitación.

Después de unos minutos el médico entró a la sala y me colocó un sedante en contra de mi voluntad debido a mi nerviosismo. No podían hacerme esto! Bruno llegaría en cualquier momento con Gonzalo y yo estaba durmiendome de a poco aunque trate inútilmente de no hacerlo...

BIANZALO-Simplemente único.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora