Abro los ojos y ya es de día, pues el reloj marca las 7:59. El guardia afroamericano abre la puerta para despertarme y yo de brazos cruzados levanto una ceja:
-Te gané otra vez.- el rodea los ojos.
-¡Es trampa! Seguro inventaste una alarma a las 7:59 silenciosa.- dice el, yo le llamo Afro (Eifrou se pronuncia así).
-¿Cómo voy a escuchar una alarma silenciosa?- rodeo los ojos - Será mejor que nos veamos en el período de almuerzo, te pueden ver y pueden sospechar de algo que ni sabemos.- el asiente con la cabeza y cuando iba a cerrar la puerta le dije - Oye, ¿Qué paso con la chica que actuaba raro ayer? ¿Estaba enferma? ¿Quería pelear?- se me viene a la cabeza imágenes de la escena de la chica de ayer cuando le estaban agarrando los brazos y cuando la transportaban en una camilla y túnel.
-Te explico después... nos vemos en el almuerzo.- cierra la puerta de golpe, por suerte alcanzo a salir.
Tenemos 2 horas de período libre. Aunque no sepamos que hacer lo aprovechamos al máximo ya que son solo 14 horas a la semana de período libre. No conocemos a nadie como ya sabían. Me siento en medio del pasillo y miro a todos como recorren intentando crear un destino nuevo o como veo también como intentan socializar pero no pueden porque la timidez le gana.
Escucho gritos de un adolescente gritando: Yo no fui. Me asomo al pasillo a mano derecha y veo que guardias traen a un adolescente completamente normal. ¿Qué le habrá pasado? De la nada me llegan imágenes a la cabeza sobre un chico como él que esta revisando archivos en la oficina de la jefa del laboratorio y encuentra mis documentos, saca mi hoja y se da cuenta que el guardia nota que lo esta observando, empieza a escapar y guardo la hoja de mis datos personales en su bolsillo yendo a la actualidad (Me refiero hasta llegar a la escena en que esta ahora).
La jefa del laboratorio (Qué se llama Clarisse) interrumpe mi vista y me dice:
-Lucy, te estaba buscando. ¿Qué observabas?- me pregunta.
-Hm...- sonrío un poco nerviosa - Nada, en lo absoluto. ¿Para qué me buscaba?- pregunté yo también.
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-Quiero seguir la conversación de ayer ¿Quieres acompañarme?- asiento con la cabeza- Entonces sígueme.
La empiezo a seguir hasta la oficina de Clarisse. Me siento en el mismo sofá y ella también se sienta en su cómodo asiento.
-¿Qué paso con aquel muchacho?- dije, yendo al punto enseguida.
-No es de tu incumbencia, Lucy. Dime, ¿Quieres saber algo más sobre ti?- me pregunto.
-¿Me dirán por qué soy tan diferente a los demás? ¿O mentirán otra vez?- ella frunce el ceño.
-¿De qué estás hablando?- me dice, mostrando las arrugas de la frente.
-Quiero ir a ver a ese chico, ahora.- la obligue.
-Imposible.
-¿Imposible por qué? ¿Por qué el tiene algo que quiere que nadie sepa?- me paro del sofá.
