Lucy: Empatía es venganza.

Capítulo 23.

Ya era de noche, la comida era muy riquísima, jamás había probado una igual. Ahora estaba tirada en la cama con una calefacción inigualable. En todo caso ahora lo que más me preocupa es como ahora mismo están los Rebelle y Hodgson, que habrá pasado cuando yo me fui.

Flashback

Narrador Gerson Hodgson

Al no escuchar ninguna señal de vida fui con el perro siberiano a investigar por todos lados, seguramente no se escucha sus gritos, o silbidos o todo lo que ella haga. Mire a los arboles por si allí también estaba escalando pero no había absolutamente nada. No quise gritar, estaba recién despertando y aun estaba demasiado cansado. 

Cuando noté que ella no estaba ni cerca ni lejos de donde yo estaba quise ir a avisarle a los Rebelle a ver si se encontraba allí, seguramente fue a hablar con Adam o con alguien más que esté allí. 

El perro siberiano estaba oliendo el césped, es muy probable que haya olido un hueso o algo que poder comer. Cuando el se iba alejando lo llame dándome dos palmadas en la pierna y cuando me di cuenta que el no se detenía y empezó a correr me apure el paso y vi que había cortado el césped en forma de triángulo perfecto, como que algo estuvo allí.

-Que raro, cuando vine para acá no vi eso y seguramente Lucy tampoco.- susurre hablándome a mí.

Seguí caminando y el me empezó a seguir por obligación porque o sino se iba a quedar solo. Cuando me iba acercando vi a Adam regando el manzano con una botella de agua, allí fue donde enterraron a la concejal y entrenadora de nuestra tribu. El al mirarme deja la botella en el suelo y me queda observando fijamente para que le diga para que fui. Al estar cerca de el le dije:

-Lucy ¿No esta con ustedes?- el ladea la cabeza.

-No la hemos visto desde que hizo esa épica entrada a los Rebelle.- yo aprieto la mandíbula al escuchar eso.

-Si no esta aquí dudo que este con los Caethweision porque ella no sabe donde queda su zona.- el se empieza a preocupar, su rostro lo demostraba.

-¿Quieres decir que esta desaparecida?- asentí con la cabeza - ¿Dónde puede estar?- dice, entre suspiros sin poder creérselo.

-¡¡No lo sé!! Ni siquiera hay una pista de donde se haya ido- le respondí, el se coloca las manos detrás de la cabeza y empieza a caminar de un lugar a otro.

-Le tenemos que avisar a todos.- dice, y cuando se iba dar la vuelta le agarre del brazo y lo quede observando y el se intimida con mi mirada.

-No le digas nada a nadie ¿Me escuchaste? Los Government pueden darse cuenta de lo que estamos haciendo y puede aprovechar la instancia.- el asiente con la cabeza nervioso.- Cuando venía de camino encontré que el césped algo o alguien lo había cortado en una línea tan recta que sospecharía que fuese humano.

-¿Qué tratas de decir?- me pregunta, soltándose de mi agarre.

-Que seguramente allí estuvo alguien o simplemente estuvo ella.- el rodea los ojos y se cruza de brazos.

-Y dijiste que no tenías pistas de donde se había ido.- me dice demasiado molesto y nervioso.

-Ese no es el punto ahora, seguramente tu debes saber que objeto puede ser. Estuviste en el Government Gold y tal vez puedes saber exactamente si es de ellos o que puede ser.- el asintió con la cabeza otra vez y salimos corriendo para ir allá.

No íbamos a la zona de los Prentesiaid, sino que íbamos donde yo vi que podaron el césped. Adam aun no me pregunta sobre el siberiano, al parecer sus ojos aun no miran al perro. Cuando me di cuenta que ya estábamos en el mismo lugar que yo le comenté el ladeo la cabeza con los ojos abiertos como platos.