Capítulo 20.

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Narrador Lucy Johnson

Estuve todo el día en la habitación no había pensado salir. Hodgson tocó la puerta varias veces e intento abrirla pero no pudo ya que le puse candado. No se si es de día o de noche, si tengo hambre solo como los que hay en el plato de vidrio que hay en la habitación, si quiero ir al baño voy al baño de la habitación, si quiero dormir me acuesto. Me saqué todo el maquillaje de los ojos, me saqué la pulsera y cuando me veo en el espejo lo único que roba mi atención es la marca de quemadura de la estrella de la suerte.

Otra vez siento la voz de Hodgson intentando entrar y diciéndome que abra la puerta. Yo agarro un papel y le escribo: NO. Con mayúsculas y le paso el papel debajo de la puerta. El lo agarre y patea más fuerte la puerta.

-No quiero salir, Gerson.- dije por primera su vez su nombre y en voz baja.

-Tienes que hacerlo, ya han pasado dos días desde que no sales de la habitación...- el suspira, yo me apoyo en la pared de espalda y me resbalo cayendo al suelo, escucho que el hace lo mismo - Te digo que Adam quiso pedirte perdón.

-Me sorprende.- dije, con mucha tristeza.

-Se que a el le gustas y a ti te gusta el - fruncí el ceño al escuchar eso - tienes que aprovechar, que pasa si el día de mañana te enteras que el murió por ti - suelto una risa.

-Alguien nos puede escuchar.- quise cambiar el tema.

-Primero que nada es de noche así que nadie nos ve ni nos escucha, y segundo no me cambies el tema.- yo sonreí y ladeé la cabeza.

-Bien, si yo me entero de eso lloraré, sufriré, pero el tiempo no perdona nada.- le respondí.

-¿Qué pasa si me dejas pasar y conversamos el tema?- me pregunta, yo me pare del suelo, abrí la puerta sacando el candado y el pasa.

Se sienta en la cama y sonríe al ver, yo también sonrío intentando desatar el nudo que tengo en la garganta. 

-¿Y? ¿Por qué no corres a los Rebelle y buscas a Adam y le das el gran beso apasionado que tanto esperas?- sonreí mostrando los dientes y ladeé la cabeza otra vez.

-No, aunque quiera el no lo recibirá o me dirá algo.- el frunce el ceño.

-A el tu le gustas, dudo que te diga al respecto al hacer algo como eso.- suspiro y me toco la pierna, no me hizo sentir incómoda porque lo hizo como "lo tienes que hacer" - Te doy la posibilidad de ir ¿Aceptas? Te presto la moto.

-No pienso ir, si el dijo esas cosas las habrá haber pensado ¿o no? Yo no me hago rogar por nadie, y si tal vez lo que dijiste y el día de mañana esta muerto... no sabría que decir, pero que mal que por bien no venga.- dije, sonriendo y el también sonríe.

-¿Quieres salir? Ya no tenemos tanta presión y sabemos que no vamos a recibir más amenazas de los Rebelle así que podemos salir sin problemas.- yo asentí con la cabeza.

-¿Y dónde sería si salimos?- lo quede observando, muy sonriente.

-Conozco un árbol, es un cerezo que solo yo se donde esta porque esta detrás de una montaña de rocas, podemos llevar una cobija o almohadas y sentarnos, si quieres podemos invitar a alguien para que no te sientas incómoda.- yo ladeé la cabeza.

-Si crees que por estar contigo sola me siento incómoda, estas muy equivocado. No soy de esas chicas que se incomodan por estar con un chico "atractivo"- hice las comillas con mis dedos y el frunce el ceño sonriendo desconcertado.

-Espera. ¿Me dijiste atractivo?- yo abrí los ojos como platos.

-No, no, no.- dije muy rápido nerviosa - seguramente para alguien más debes parecer atractivo entonces...- el levanta las cejas no creyendo lo que digo - entonces tome ese ejemplo.- sonreí inocentemente.

Lucy: Empatía es venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora