Abrí la puerta y lo primero que vi fue a Max que estaba ayudando a levantar el cuerpo de Thomas. Michelle tiro la pistola al suelo y aproveché de ir corriendo para encararla y saber el por qué hizo eso.
La agarre del cuello y sin pensarlo dos veces le di un puñetazo. Ella me queda mirando desde el suelo pero no hace nada, ni siquiera se inmuta por el golpe. Se toca la mejilla con su delicada mano y con sus suaves y no tan largas uñas.
-Hey, calma.- aparece Gerson sin mostrar dolor por la herida. Lo quedo observando porque me parece raro su aspecto, pero luego me acuerdo que le cortaron el cabello.
-¿Cómo quieres que me calme si mató a alguien que yo más quería en este planeta?- dije, con la voz irregular y quebrada.
-¿Por qué lo mato?- dice el, sin mostrar preocupación.
-Estaba mordido en el cuello y quiso que lo matase.- responde ella y yo la miro como una basura, porque eso es.
-Thomas no es capaz de pedir eso. No se da por vencido.- dice Gerson, incrédulo por el comentario de Michelle.
Ella cierra los ojos y suspira y abre los ojos nuevamente.
-¿Ustedes creen qué sería capaz en matar a la persona que más confían? ¿Tan mala cara y sin vergüenza me ven ustedes? Si me pidió yo le hice el favor. Yo a esa persona la amaba con todo mi corazón y ustedes ni muestran respeto.- dice ella, un poco decepcionada de nosotros.
-Eres una cínica ¿Lo sabías? .- le digo, me doy la vuelta y me voy.
Narrador Gerson Hodgson
Cuando se fue Lucy Michelle me quedo mirando, fijamente que me daba pena verla. Vi en sus ojos como su corazón se rompió en mil pedazos por la decepción.
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-Yo no mato por gusto a la gente que confío, Gerson.- me dice, se para y se va al baño por su herida.
Le iba a decir algo pero me arrepentí. Pasé mi mano por el cabello y bufé. Dejé que le pegará sin que Lucy escuchará lo que pasó entre Thomas y Michelle. Yo defendí a Lucy sin escuchar lo que tenía preparado Michelle. La acusé sin pensarlo dos veces.
-Eres un patán ¿Lo sabes?- dice Quentin y me da dos palmadas en la espalda.
Yo agarro su brazo y lo tiro para abajo y muy desanimado me voy.
Narrador Arlet
Abrí los ojos y estaba en la habitación de Afro en la que su cama estaba acostado el. Lo mire y sentí una sensación única, de tristeza y de angustia a la vez. Me senté al lado de el y sonreí, le acaricie su mejilla y su piel estaba pálida y fría. Me asusté.
-¿Te sientes bien?- pregunté, dudosa y preocupada a la vez.
-Tengo en la mente grabado esa muerte de las personas inocentes, todo fue por nuestra culpa y espero que no sigas el mismo camino ¿Comprendes?- me pregunta el y yo no hago ningún gesto- Tienes una habilidad increíble y no quiero que la termines ocupando para asesinar en vano.
