Querido Dios,
Estaba caminado hacia la Colina de Pony. La última vez que estuve aquí nevaba abundantemente y apenas podía ver el camino. Además, fue un momento triste, porque estaba solo, había dejado a mi Señorita Pecas en esa sórdida escuela. Así que pensaba en cómo la estaría pasando, esa tarde charlé con la señorita Pony y la hermana María. Vi la Colina de Pony cubierta de nieve... ahora yo estaba ahí, como un hombre nuevo, un hombre libre; el sol brillaba, el clima era hermoso, pero tengo que admitir que aún si estuvieran lloviendo gatos y perros o fuego desde el cielo, aún sería el día más hermoso de mi vida, porque yo iba hacia ella, hacia mi Pecosa, hacia mi futuro... llegué a la Colina de Pony, lo que vi fue una enorme mesa en el jardín con comida y bebida y gente sentada alrededor. Si ellos estaban sorprendidos de verme, jamás olvidaré la expresión en el rostro de mi pecosa. Yo sonreía, todos me miraban, pero yo solo la veía a ella. Ella se levantó sorprendida. Me preguntó qué era lo que hacía ahí. Le dijo que había sido invitado por Albert a su pequeña fiesta. Ella miró a Albert y él le guiñó un ojo. Siendo la chica bueno que era, dijo que recién había leído en el periódico que yo estaba con Susana... le dije que no creyera todo lo que los periódicos dicen, ya que yo estaba ahí para estar con ella. Ella me preguntó por Susana, le dije que me había dejado libre para venir con ella... al instante su rostro se iluminó y se arrojó a mi cuello riendo y llorando al mismo tiempo. La atraje hacia mí y giré con ella en mis brazos, riendo con lágrimas en mis ojos. Al detenernos, instintivamente buscamos nuestros labios y finalmente le di ese largo y esperado segundo beso. Después de todo este tiempo, besar a Candy fue como beber agua después de errar en el desierto durante días bajo el sol, como si mi vida dependiera de ello. Necesitaba eso, era vital... ¿cómo hice para vivir sin ella? Me pregunto... Mi espíritu estaba muerto y volvió a la vida al estar con ella y ese beso fue como RCP* para mí... ella se sonrojó como una novia cuando terminamos pero estaba tan feliz como yo. Le dije que quería pedir su mano en matrimonio a su padre adoptivo, el gran tío abuelo William y para mi sorpresa ¡Albert dijo que era él! Me quedé sorprendido y todos se rieron de mi expresión, entonces aplaudieron entusiasmados. Yo estaba unido a Candy como con pegamento, de hecho, al escribir estas palabras, ella está sentada a mi lado sonriéndome; me siento el hombre más feliz sobre la tierra. Durante la tarde, cuando sus amigos se fueron, yo seguía con ella en la Colina de Pony aún cuando ya todos los niños estaban durmiendo; después nos sentamos en la sala frente a la chimenea hasta que nos sorprendió la mañana. Era como si tuviera miedo de perderla de vista, temía que fuera a desaparecer nuevamente como en mis sueños. Ella sentía lo mismo porque tampoco quería perderme de vista.
Después de unas semanas me casé con mi Pecosa en una pequeña ceremonia, a ella no le gustan las grandes fiestas. Pero no importaba, lo importante es que me casaría con la única mujer que he amado: la mujer que amaría desde el primer momento en que la vi. Albert la entregó y lloré al decir mis votos, al igual que ella lloró cuando fue su turno. La primera vez que la besé como mi esposa, fue todo lo que había esperado y aún más. Gracias Dios, puse mi fe en ti y no me fallaste, sabía que pondrías las cosas en su lugar. Debí haber tenido más fe en ti, pero solo soy un humano y perder a mi Pecosa me volvió loco, ¡literalmente! Gracias Dios desde el fondo de mi corazón, tú me devolviste algo que yo deseaba más que cualquier otra cosa en el mundo, la única persona que hará mi vida sobre la tierra como un cielo, mi Candy. Tú sabes más que nadie lo que ella significa para mí, con ella en mi vida todo estará bien de ahora en adelante.
Mi mayor sueño se ha hecho realidad. Compré una casa en los suburbios de Nueva York, de tal forma que podamos criar a nuestros hijos. Estar con mi amada es la cosa más maravillosa en el mundo. Somos tan felices, aún cuando discutimos, somos felices. Aún puedo ponerle sobrenombres, y ahora le gustan, ya no se enoja, extrañó esos sobrenombres viniendo de mis boca.
Estamos esperando nuestro primer hijo, esta es otra maravilla, un milagro que ella y yo creamos y todo gracias a ti Dios.
Este diario me ayudó en tiempos difíciles; aquí escribí toda mi tristeza y dolor, ahora tengo mi Pecosa como confidente, ella siempre me escucha. Puedo estar de mal humor en el teatro por cualquier razón, todo lo que tengo que hacer es volver a casa y ver su rostro para sentirme mejor... no importa qué clase de problema sea... así que Querido Dios, no volveré a escribirte en este diario. Hablaré contigo directamente de ahora en adelante. Escribí mis más oscuros momentos en este diario; al principio quería olvidarlos, pero no lo haré... esos recuerdos oscuros solo hacen que comprenda cuán afortunado soy ahora. No puedo olvidarlos, el dolor es parte de la vida, es parte de quienes somos, gracias a el dolor soy lo que soy ahora y me hace apreciar lo que tengo ahora con mi Pecosa.
Así que Querido Dios, gracias por todo, por todas tus bendiciones.El Fin.

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Querido Dios
RomanceEntremos a la mente de Terry. Este es el Diario personal de Terry, que yo escribí con mi amiga mrscage.