Querido Dios - Parte 12

34.7K 30 1
                                    

Capítulo 12

Querido Dios,

Estoy pensando en mi vida y nuevamente me siento deprimido. Acabo de recibir una carta de mi madre, me escribió disculpándose y me envió una fotografía, una fotografía autografiada como si yo fuera una de sus admiradores o algo así. ¡Una foto autografiada! Todo lo que quería de ella era que me apoyara, que me sintiera. ¿Era eso mucho que pedir Dios? Ella ni siquiera pudo hacer eso por mí más de un minuto, ¿Y ahora me envía fotografías autografiadas? ¡Soy su hijo, no un admirador! ¡La quiero en carne y hueso, no en una fotografía de frívolo papel! ¿Cómo puede tratarme como un admirador? Tomé la fotografía, la miré otra vez, ella estaba hermosa y me rechazó y... ¿Piensa que una fotografía autografiada de ella va a reparar la forma en que me trató? Como si eso fuera a marcar una diferencia en la forma en que me siento... tomé una pluma y rayé la fotografía, la que autografió para mí... su más grande admirador... lo siento: Su único hijo. Necesito un poco de aire, es noche, hora del "toque de queda", pero necesito un paseo para aclarar mi mente un poco.

Estaba enojado, muy molesto. Caminé un poco por los alrededores durante un tiempo y después volví a mi cuarto. Había alguien ahí, me acerqué, y era Candy. Le pregunté qué era lo que estaba haciendo en mi cuarto, se sorprendió y no pudo responderme. Volví a preguntarle; estaba paralizada por mi tono de voz ya que yo estaba realmente enojado. Finalmente murmuró, caminando de espaldas, que lo sentía; entonces algo cayó de sus manos. Lo levanté, era la fotografía de mi madre. Miré a Candy fríamente y rompí la fotografía en pedazos. Me miraba sorprendida. Ahora conoce mi secreto, un secreto que yo hubiera deseado olvidar... Dijo que lo sentía, que se había equivocado de cuarto, probablemente yendo a visitar nuevamente a sus primos. La sostuve de los hombros y le dije que no le dijera una palabra a nadie, que si hablaba estaba perdida... nos miramos y entonces me giré para alejarme de ella. "Terry" dijo... pronunció mi nombre, me calmé un poco, entonces le exigí que se fuera de mi cuarto, en voz, alta. "Terry", me llamó nuevamente, dijo que lo sentía, que nunca diría una palabra; me lo prometió. Le grité diciéndole nuevamente que se fuera. Y se fue. Entonces empecé a meditar; ¿Por qué no destruí la fotografía de mi madre tan pronto como le recibí? Le manché la cara, la insulté. De cualquier forma ella estaba muerta para mí. ¿Y por qué fui tan malo con Candy? No tengo derecho a amenazarla. Me odio a mí mismo. ¡No pude romper esa foto! No fue su culpa. Estaba enojado conmigo, no con ella. Después de todo no debí haber expuesto la foto... ¡Realmente necesito reparar mi forma de pensar con respecto a esa fotografía! Fui a verla en secreto durante el invierno, ¿Qué esperaba de ella? Todo. Y rompió mi corazón. Todo lo que quería era verla, abrazarla y poco faltó para que me arrojara; me abrazó por diez segundos... y me envió de regreso, en la nieve. A mi espalda vi a Candy por primera vez. Nuestros caminos se han cruzado desde entonces... estoy luchando contra mí mismo... su amabilidad da esperanza a mi vida, gracias a ella casi olvido todo, pero... no obstante... mi madrastra es tan odiosa, mi padre tan indiferente...esto es tan frustrante. ¡Al diablo con todos! Tiré al piso todo lo que estaba sobre mi mesa y abandoné mi cuarto para ir a cabalgar en mi querida Teodora, mi yegua. Eso debería aclarar mi mente mejor esta vez. Mientras galopaba escuché a alguien gritando, regresé con mi caballo y encontré a Candy tirada en el césped en su bata de dormir. Mi corazón brincó y al siguiente instante estaba inclinado en el pasto para levantarla. Estaba inconsciente. La llamé, no me contestaría, pero dijo algo, un nombre: "Anthony"... mi corazón se sintió herido ahí mismo. ¿Quién diablos es Anthony? La llevé a la enfermería y busqué a la hermana Margaret quien me mostró una cama donde debería dejarla mientras ella iba a buscar a la Madre Superiora. Candy mencionó ese nombre otra vez, de hecho, era la tercera vez... sí ¡Yo llevaba la cuenta! ¿Puedes reprochármelo? Durante la carrera de caballos ella dijo "Tom"... ¿Ahora es "Anthony"? Miré su rostro en lágrimas por ese "Anthony"... ella estaba llorando por él... no lo soporté más: Estar ahí y escucharla decir el nombre de otro chico; así que me fui. Pero no pude volver a mi cuarto, tenía que asegurarme que ella estaba bien, así que me escondí entre las ramas de los árboles hasta que las monjas la mejoraran y ella volviera a su cuarto; no llevó mucho tiempo. ¡Yo sabía que mi señorita Tarzán era una chica fuerte! Me moví y ella se detuvo como si me hubiese escuchado, pero continuó su camino. Ella debió haber estado fuera de sí por no sé qué cosa, de otro modo, no se habría desmayado. Toqué las lágrimas que derramaba con mis dedos, cuando mencionó nuevamente su nombre. Anthony, ¿Quién es él para ella, ese Anthony? Estoy celoso y mi corazón se quema, mi amor por ella está quemando mi corazón.

Querido DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora