Capítulo 11
Querido Dios,
No quería que los estudiantes me vieran débil después de la noche de la pelea, y permanecí en mi cuarto hasta sentirme mejor. Sin embargo, hubo rumores en la escuela de que yo estaba seriamente herido. Cuando estuve listo para abandonar mi cuarto fui a la colina ¡La misma que Candy reclama como propia! Quería tocar la armónica, también tenía la esperanza de verla. Quería agradecerle y pensé que ella estaría por ahí. ¡Y tenía razón! La vi acostada en el pasto pensando cualquier cosa, probablemente pensaba en mí, ¿Quién sabe? Estaba contemplándola incapaz de emitir palabra alguna... el sol se estaba poniendo y ella estaba recostada ahí, soñando despierta; fue la visión más hermosa que hubiese visto jamás... y todo lo que pude hacer fue quedarme ahí paralizado... Tenía que decirle algo y expresé lo primero que realmente sentí pero por supuesto con un tono sarcástico: "Es agradable ver a una chica descansando en el césped". Ella se sorprendió y pronunció mi nombre: "¡Terry!" Dijo que le alegraba verme recuperado tan rápido... ¿Ya dije que ella es muy dulce? ¡Y estaba preocupada por mí! Ni mi padre ni mi madre se preocupan por mí ¡Ni siquiera saben lo que hago! ¡Pude haber muerto aquélla noche y a ellos no les habría importado! El pensar en todo ello me hizo decirle que no debería preocuparse por mí y la llamé "Tarzán pecoso". ¡Se molestó y entonces me dijo que era un cabeza dura! Y tenía razón... dijo que su nombre es "Candy", sí, apuesto a que ella es tan dulce como una golosina, me pregunto cuál será su sabor... Lo siento Dios, no quise decirlo...
Me recordó que fue a conseguirme remedios aquélla noche y le respondí que ella había violado el reglamento al salir sin permiso. Se molestó aún más y me recordó que lo había hecho para ayudarme porque yo estaba herido. En toda mi vida, nadie jamás se había preocupado por mí... Así que la malinterpreté. Creí que ella quería yo le agradeciera y no pude controlar mi furia... Cuando le exigí que no me impusiera el agradecimiento, se molestó aún más... nunca la había visto tan enojada. ¡Me respondió que ella no intentaba hacerlo, que no lo haría aunque yo se lo ofreciera! Y se fue diciéndome "Adiós"... Lo lamenté tanto.
Ella es la única que ha hecho algo bueno por mí... solo por mí, sin pedir nada a cambio.
Entonces Dios, me diste la oportunidad de dejar de pensar en ella... fui al zoológico para agradecer al hombre que salvó mi vida aquélla noche. Albert. Trabaja ahí. Estábamos charlando cuando escuchamos la voz de una chica llamándolo "Albert". Ella entró y dijo "Hola Albert". Pensé que mi imaginación me estaba jugando una broma al escuchar su voz. ¡Me giré y la vi y ella me vio también! Entonces dijo "Terry" y respondí "Candy", ¡No pudimos ocultar el gusto que sentimos cuando nos encontramos y al mismo tiempo giramos nuestros rostros abochornados por demostrar nuestra felicidad! Yo estaba feliz de verla.
Estoy seguro de que ella estaba feliz también... Albert comprendió que nos conocíamos uno al otro. Cuando ella le explicó que estudiábamos en el mismo colegio, él empezó a reír. Le encantó la idea de vernos; "los dos rebeldes del colegio San Pablo" en su choza... Tiene razón... probablemente somos rebeldes y eso es lo que nos une.
Albert le dijo que ella seguía siendo la misma y que yo bebo a media noche y me peleo. Así que yo le dije a Candy que si no hubiese sido por Albert me habrían herido de gravedad, solo que aquélla noche se había equivocado y me había llevado al dormitorio de mujeres. Albert se abochornó ligeramente al escuchar eso. Candy lo miraba con admiración en sus ojos, le dijo que debía ser muy fuerte si había podido ayudarme y él respondió que él tenía más experiencia... creo que él también es un rebelde. Cuando se lo dije, exclamó que todavía lo era y que quizás lo sería siempre... ¡Yo también! Reímos con todo nuestros corazones... el sol entraba por la ventana y yo estaba feliz... encontré un amigo en Albert.
Hace pocos días no tenía nadie en quien confiar, nadie para amar, pero ahora tengo un buen amigo como Albert ¡Y un cariño como Candy! Puedo sentir que Albert y yo seremos los mejores amigos por siempre... y Candy y yo... veamos qué pasará con ella. Oh Dios, tenías solo buenas sorpresas para mí después de la noche de Año Nuevo... Y no puedo esperar para descubrir qué más tienes. ¡Soy tan feliz!...

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Querido Dios
RomanceEntremos a la mente de Terry. Este es el Diario personal de Terry, que yo escribí con mi amiga mrscage.