Tomo mis cosas, aferrándome fuertemente a ellas. No debo temer... nada va a suceder.
¡Todo saldrá bien!
Empiezo a dar pequeños pasos hacia delante, dándome apoyo moral mentalmente. Y aunque mi mente maquine todas las formas vergonzosas de como bajarse del bus, trato de ser valiente.
Empiezo a entrar en pánico al ver que el bus ya llego a la parada y que empieza a caminar de nuevo. Soy consciente del ¡Alto! Que grito y de que el chofer me dirige una mala mirada y murmura algo que no llego a escuchar. Bajo rápidamente del autobús, regañándome mentalmente por cada una de las estupideces que llego a pensar y por ser tan distraída.
Veo hacia la ventana donde sé que va ese sexy chico y vuelvo a cambiar de colores al ver que burlonamente y algo coqueto me guiña uno de sus oscuros ojos.
¡Maldición!
Si pudiera morir, estoy segura que este sería un buen momento.
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El Chico del Autobus
Short StoryMierda Mis piernas se quedan paralizadas, mi corazón palpita rápidamente y en mi estómago siento un gran vacío y a la vez un gran revoloteo al ver a ese chico sentado junto a la ventana. ¡Es tan Sexy! Que quisiera pasar mi manos por su oscuro cabel...