-Y dime, ¿Aceptarás ir con Gabriel a la heladería? – me pregunto mi amiga, Sofía.
Después de unas semanas que se transfirió, ha estado insistiendo en que salgamos juntos por un helado, al cine o al parque. Dice que cualquier lugar está bien para él, si voy yo con él.
-Mmm, no lo sé – medite por algunos segundos. Tratando de encontrar una excusa lo suficientemente buena, para que dejara de molestar.
-Deberías de ir, relajarte y dejar de pensar en ese chico del autobús. Fue una casualidad el que lo vieras y él te viera. No es que están destinados a estar juntos – Así es, tuve la estúpida idea de contarle a mi mejor amiga sobre mi vergonzosa experiencia. Y no entiendo porque habla sobre no estar destinados a estar juntos, cuando es ella la loca que corre a los chicos o les grita que muy pronto se van a casar con ella.
Lo sé, totalmente descabellado.
-Bien. Iré a tomar un helado con Gabriel – hable con desgano. Provocando que Sofía soltará un grito de la emoción.
Sabía que esto no me llevaría a nada bueno.
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El Chico del Autobus
Short StoryMierda Mis piernas se quedan paralizadas, mi corazón palpita rápidamente y en mi estómago siento un gran vacío y a la vez un gran revoloteo al ver a ese chico sentado junto a la ventana. ¡Es tan Sexy! Que quisiera pasar mi manos por su oscuro cabel...