39

4.3K 278 7
                                    


Eres raro. Muy raro.

Te has aparecido en la ventana de mi habitación a media noche. ¡Era media noche! La gente normal dormimos a esa hora. Me diste la excusa de que se te había olvidado darme algo esta tarde.

Cuando te pregunte que era me tomaste de las mejillas y uniste tus labios con los míos en un lento y apasionado beso. Te seguí el beso enredando mis brazos en tu cuello.

Todo era mágico. Todo un zoológico revoloteaba en mi estómago. Mi cuerpo ardía contra el tuyo. Mis labios se movían contra los tuyos precisos y seguros. Saboreábamos nuestros labios. Y me sorprendiste al acariciar mi lengua con la tuya.

Simplemente tus labios eran exquisitos.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Chico del AutobusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora