Me pierdo en sus labios. Son suaves, carnosos y muy besables. Debo admitir que disfruto cada uno de los besos de Gabriel. Disfruto como él toma suavemente mi rostro y me acerca al suyo. Disfruto de cómo sus manos acarician mis mejillas después del beso, oh como besa mis mejillas juguetonamente. Su manera de levantarme el ánimo, haciéndome cosquillas, donde ambos terminamos tirados en el suelo, riéndonos a carcajadas...
Pero no puedo dejarme de sentir mal por él. Porque hay veces que imagino que eres tú. Pero al abrir los ojos la desilusión me cae como un balde de agua fría.
No eres tú, es Gabriel.
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El Chico del Autobus
Historia CortaMierda Mis piernas se quedan paralizadas, mi corazón palpita rápidamente y en mi estómago siento un gran vacío y a la vez un gran revoloteo al ver a ese chico sentado junto a la ventana. ¡Es tan Sexy! Que quisiera pasar mi manos por su oscuro cabel...