Mis ojos se abrieron lentamente. La luz del día entraba por mis ventanas. Levantándome perezosamente me bañe y me cambie. Baje a comer algo. Y mientras desayunaba sola en la alacena mis pensamientos divagaron a la tarde anterior. Sin ser consciente empecé a llorar de nuevo. Limpie cada una de ellas con brusquedad, repitiéndome una y otra vez que no debía de llorar.
Limpie y ordene un poco la casa, para poder mantenerme ocupada. Mis padres no regresarían hasta media noche o el día siguiente. Así es, noche de negocios.
El tiempo se pasó volando y el tiempo se me estaba acortando. Decidí cambiarme de ropa y salir al parque. Habíamos acordado vernos aquí.
Solo esperaba que no me defraudara una vez más... pero no fue así esta vez. Él se encontraba de espaldas, mirando hacia el pequeño lago enfrente de él. Tan distraído del mundo a su alrededor, tan... atractivo.
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El Chico del Autobus
Short StoryMierda Mis piernas se quedan paralizadas, mi corazón palpita rápidamente y en mi estómago siento un gran vacío y a la vez un gran revoloteo al ver a ese chico sentado junto a la ventana. ¡Es tan Sexy! Que quisiera pasar mi manos por su oscuro cabel...