Han pasado tres semanas desde que te vi en el autobús. Ahora cada vez que subo al autobús tengo la tonta esperanza de encontrarte en él. Tengo la necesidad de verte otra vez, ver tus oscuros ojos, tu despeinado cabello y poder pasar mis dedos despeinándolo aún más si es posible.
Siento que me estoy ilusionando demasiado con una persona con la que solo vi una vez. Y aunque también se, que debo parar con esta tonta ilusión, no puedo. Porque mi cerebro siempre me trae mi vergonzoso momento y con ese recuerdo siempre viene tu sonrisa y mirada divertida.
Solo espero encontrarte una vez más en ese autobús, antes de que este sentimiento desaparezca.
Suspiro y cierro el cuaderno con el lápiz dentro. Hace unos días empecé a escribir sobre el chico del autobús, con la tonta esperanza de encontrármelo una vez más. Y de aferrarme a esta estúpida ilusión, que se, con el tiempo solo me causara dolor.
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El Chico del Autobus
Short StoryMierda Mis piernas se quedan paralizadas, mi corazón palpita rápidamente y en mi estómago siento un gran vacío y a la vez un gran revoloteo al ver a ese chico sentado junto a la ventana. ¡Es tan Sexy! Que quisiera pasar mi manos por su oscuro cabel...