CAPITULO 7

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Hacia el lunes, iba camino a la escuela; llegue y divise la camioneta de Alonso, camine hasta ahí y lo mire con ella. Decidí no interrumpir y escuchar.

-Entiende Margo, lo nuestro lo terminaste hace años.

-Pero estoy segura que aun me amas-se acerco-.

-Yo no te amo, no puedo amarte, nunca más lo haré.

-¡¿Por qué no?!

-¡Porque estoy enamorado de otra!

-¿De quién? ¿De la suicida? Ayer Bryan me la presento, y no es la gran cosa, ¿Qué le viste?

-Su inocencia.

-¿Inocencia? Querido, esa es una zorra, se metió con Bryan.

-La violo que no es lo mismo.

-¿Se metió contigo?

-Eso no es asunto tuyo.

-Entonces lo hizo-sonrió-.

-Escúchame bien maldita víbora-la tomo del brazo, fuerte supongo-, más te vale que nos dejes en paz, si me entero que andas escupiendo de tu veneno con Zoe... te mato.

-¿Tú matarme?

-¿No me crees?

Vi que abrió la puerta de la camioneta y la hizo meterse un poco, no supe más, solo la vi salir de ahí mirándolo un poco asustada. Él camino y paso por un lado de mí, me miro y se detuvo.

-¿Escuchaste?

-Mm... No, no escuche nada.

-Ven.

Me atrajo hacia él y me abrazo. Beso un costado de mi cabeza y me alejo.

-¿Cómo estás?

-sonreí-. Súper-tome su mano, helada como días antes-... supongo que tu concepto de frialdad es muy estricto.

-Demasiado-entrelazo su mano con la mía-... por alguna razón contigo no puedo ser así.

-Lo fuiste al principio.

-Sí, pero eso ya paso.

Me tomo por las mejillas y me beso, yo creí que sería como esas parejas raras, donde son novios a escondidas, pero no, me beso frente a varios chicos de la escuela, frente a Alessa. Se alejo y me sonrió, tomo mi mano y caminamos hacia el edificio. Todos nos miraban, obvio Alonso ahora era popular y yo... yo era yo. Llegamos a su casillero, lo abrió y mire su interior, fotografías de él con todos, cuando digo todos incluyo también a Alan.

-¿Ese es Alan?

-Sí-tomo la foto-, antes éramos amigos-la dejo en su lugar-.

-¿Y que paso?

-Él... se enamoro.

-¿De quién?

-cerró el casillero-. De mi novia... de Margo.

-¿Hablas en serio?

-Muy en serio, Alan desde ese día siempre ha querido obtener lo mismo que yo.

-Vaya... él nunca me dijo nada.

-No tendría porque hacerlo-tomo mi mano-, es obvio que no quería que te dieras cuenta de que me envidia.

-Pues la ver...

No me dejo terminar, me dio un beso, un beso tierno y con cariño.

-¿Y eso?

-Te quiero.

ANGEL SUICIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora