CAPITULO 9

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-¿Alonso? ¡Alonso!

Se levanto rápidamente y se vistió, bajo y tomo las llaves de su auto, condujo rápidamente a casa de Alonso, llamo sin pensarlo a una ambulancia. Entro dándole una patada a la puerta y lo encontró recostado en el sofá con una mano al aire, esta goteaba sangre. La ambulancia llego en menos de 20 minutos, vendaron su mano y lo subieron en una camilla. Freddy subió a su auto y fue a casa de Zoe, en el camino llamo a los padres de Alonso.

***

-Ya voy, ya voy.

Escuche que mi madre decía mientras el timbre no dejaba de sonar. Me levante y me acerque a la puerta, abrí y mire a Freddy tratando de entrar.

-¿Sabe que hora es, joven?

-Lo sé, son las dos de la mañana pero... necesito hablar con Zoe.

-¿Qué pasa?

-¡Alonso esta en el hospital!

-¡¿Qué?!-dije al instante de oír eso-. No es cierto.

Entre, tome mi celular, me coloque un suéter para que no vieran mis cortadas y baje. Solo traía un short y una blusa sin mangas así que me veía rara.

-Zoe.

-Lo siento, mamá, tengo que ir.

Salí con Freddy, subimos a su auto, yo iba tan desesperada.

-Esto es culpa mía.

-Claro que no. Mira no sé que impulso a Alonso a cortarse así...

-¿Qué? se... quiso matar.

-No lo sé, solo me llamo diciendo que se estaba desangrando. Cuando llegue tenía tres cortadas en el brazo, respiraba con dificultad.

-Dios mío, es mi culpa, es mi culpa.

-¿Por qué dices eso?

-¡Me vio besando a Bryan!

-¿Qué? ¿Besaste a Bryan?

-Dos veces, una en la tarde y hace una hora otra vez...

-No puedo creerlo.

-Freddy.

-Pensé que él te haría daño y... resulto ser al revés.

-Yo no quise lastimarlo.

Freddy solo negó y ya no dijo nada más en todo el camino. Llegamos al hospital, en la sala de espera estaban sus padres llorando. Me miraron y su madre inmediatamente se levanto y me dio una bofetada.

-Es por tu culpa... todas son iguales.

-Señora yo no quise las...

-Claro que lo quisiste... eres una zorra, sabía que tenía que quedarse con Margo.

-Señora Columba...

-Margo.

Me empujo y abrazo a Margo. No dejaba de sentirme mal, sentí un abrazo, era el padre de Alonso.

-Ven.

Me acompaño a sentarme en una de las frías sillas del hospital.

-Mira, eres una buena niña, Alonso es así, y eres menos zorra que Margo.

-Sé la historia, señor... lo sé todo, esa chica no merece nada.

-Y tú lo mereces todo, no escuches a mí esposa, está loca, si supiera lo que esa chica hizo no la tendría en un pedestal.

ANGEL SUICIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora