CAPITULO 29

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-¿Amigos? Solo eso... amigos, quizás... es mejor que ser completos desconocidos.

Llegue a mí casa luego de un largo día y me encontré con unas maletas en la sala.

-Dios...

-Zoe, que bien que llegaste.

-¿De quién es esto, mamá?

-Ah, son de tu padre.

-¿Se va de viaje?

-No-dijo él-, acabamos de firmar la demanda de divorcio, ahora tu madre es libre de estar con ese hombre por el que me cambio.

-Aguarden ¿Qué?

-Scott se irá conmigo.

-Esperen, no pueden separarnos.

-Ese fue el acuerdo, Zoe... tu hermano se irá con papá... a Londres.

-¿Lo-Londres? ¿Tan lejos?

Gire hacia las escaleras, venia Scott con una cara de entierro. Nos separarían.

-¿Desde cuándo se están divorciando?

-Cuatro meses.

-Ay Dios... ¿Cuándo pensaban decirnos?

-Ahora, Zoe... ya eres lo suficientemente grande para comprender esto, así que por favor deja de lloriquear y limpia un poco que Ricardo no tarda en llegar.

-¿Quién es Ricardo?

-Mi nuevo esposo.

-Ah, ¿ya hasta conseguiste nuevo esposo? Mamá, recuerdo que hace unos meses me llamaste puta... bien, lo aprendí de ti.

Soltó una bofetada en mi mejilla, ardía como el infierno. Mi padre me abrazo fuertemente mientras mi mano estaba en mi mejilla. Mi madre se veía furiosa.

-¡Papá, papá, por favor no me dejes aquí, papá, llévame contigo!

-No puedo hija, es orden del juez.

Me alejo de él y salió. Scott se acerco a mí y me abrazo.

-Lamento tanto esto... en cuanto sea mayor de edad, vendré por ti.

Asentí, tomo sus maletas y se fue. Corrí a mí cuarto y, llorando, tome mi celular y mire el contacto de Alonso... aun lo tenía guardado. Toque la pantalla con el dedo y el celular decía marcando.

-Contesta, por favor...

-¿Hola?-dijo en un susurro-.

-Alonso... soy Zoe.

-Sí, lo sé ¿pasa algo?

-Pasa que... mi mundo se cae.

-¿Qué?

-Mi padre se acaba de ir... mi madre metió a otro hombre a la casa... Scott se fue... mi vida está acabada.

No escuche respuesta alguna de él.

-¿Alonso?

-Voy para allá.

Colgó. Me recosté y seguí llorando. Mire por la ventana al escuchar ruidos y vi al nuevo esposo de mamá. Dios, será una larga vida.

-¡Zoe!-escuche en cuanto entraron-. ¡Baja!

Me resigne a hacerlo. Llegue al pie de las escaleras y me recargue en la columna. Inmediatamente el tipo empezó a inspeccionar todo mi cuerpo. Fue incomodo.

-Hija, mira te presento a Ricardo, mi esposo.

-Hola-dije seca-.

-Mucho gusto-tomo mi mano y me jalo hacia él-... Que linda esta tu hija, mi amor.

-Lo sé, aunque no le gusta sacarle provecho a eso.

Me solté de él, el timbre sonó haciéndome ir corriendo a abrir. Era Alonso.

-¿Qué hace él aquí?-mi mamá me jalo hacia adentro-. No tuviste suficiente con el sufrimiento de mi hija ¿cierto?

-Ella me llamo.

-Sí, mamá, yo le dije que viniera por mi porque no quería verte al menos por el resto de la noche.

Tome la mano de Alonso y salí con él, él no me soltó hasta llegar a su camioneta que estaba en la esquina.

-¿Qué fue eso?

-Eso era mi nuevo padre.

-Mm-hizo un gesto sexy-. Entonces... ¿Qué quieres hacer toda la noche fuera de casa?

Realmente tomo en serio ese comentario.

-No lo sé... ¿Qué crees que quiera?

-Emm-sonrió-...

-¿Te hice sonrojar, Alonso?

-No... Estoy seguro.

-Lo estas.

-Bueno... Eeh...

-sonreí-. Aun causo algo en ti.

-Zoe, quedamos que solo seriamos amigos.

-Lo sé pero...

-Zoe...

-Está bien...

-¿Qué te parece si vamos a casa de Ximena?

-¿Qué?

-Vamos, tiene una mini fiesta con su hermano, unos primos y Jos, vamos.

-Mm... Okey. Vamos.

7

ANGEL SUICIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora