CAPITULO #8

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Desperté y nuevamente Alonso no estaba, no había nota, me asome y estaba oscuro afuera. Me acosté nuevamente y me dispuse a revisar si tenía llamadas de mis padres o de mi hermano. Nada.

-Vaya, despertaste.

Salió del baño secándose el cabello con una toalla.

-Estoy programada para despertar sin ti.

-Sí, ¿sabes? Será mejor que te vayas, ya es tarde.

-¿Me estas corriendo?

-No, amor, es que... tengo cosas que hacer luego.

-¿A esta hora?

-Sí.

-Está bien-me levante y empecé a vestir-. Nos vemos luego.

Dije cuando termine de vestirme y salí de su habitación.

-Oye, déjame llevarte.

-No, gracias, tomare un taxi, son a penas las doce.

Salí de su casa y camine en dirección a mí casa, cabe decir que tenía miedo, su casa estaba realmente lejos de la mía. Ningún maldito taxi pasaba, estaba empezando a asustarme más, casi me regreso a casa de Alonso cuando.

-Hola, Zoe.

-¿Bryan? ¿Qué haces afuera a esta hora?

-Lo mismo digo yo.

-Pelee con Alonso.

-Sube. Te llevo.

Dude al principio pero luego decidí hacerlo. Me puse el cinturón y él arranco. Yo iba sollozando, me dolía que Alonso no me dijera nada sobre su vida.

-¿Estás bien?

-Sí, es solo que...

-¿Por qué pelearon?

-Odio que no me diga nada sobre él, no sé nada de él.

-Eso no es raro en él-lo mire-. Alonso es misterioso.

-Ya sé... pero siento que no hay confianza.

-Y ¿Por qué no se lo dices? Digo... son novios ¿no?

-Ya no lo siento así, pero... por otra parte merezco que sea así.

-¿Por qué?

-Por besarte.

-¿Qué no había dicho que no había problema?

-Sí, lo dijo pero... no lo creo así.

-se detuvo-. Ven aquí.

Se acerco y me abrazo, ese abrazo hizo que soltara las lágrimas que trataba de reprimir. Sentía como Bryan acariciaba mi cabello. Después me aleje y lo mire, limpio mis lágrimas con sus pulgares. Vi como fue acercándose hasta besarme, me volvió a besar.

Alonso:

-Eres un estúpido, ¿Por qué no la seguiste?

Tome las llaves de mi auto y salí a buscar a Zoe, me detuve al verla subirse en el auto de Bryan. Los seguí a una distancia considerable, vi como se detenían y Bryan la abrazaba.

-Esto es mi culpa de no ser... la esta besando.

Baje del auto y me acerque en silencio, cuando estuve en un lado de la puerta dije.

-Vaya, ya entiendo porque no quisiste que te trajera.

-Alonso-bajo del auto-... no es lo que piensas.

-¿Crees que soy idiota? se estaban besando, ¿Qué otra cosa puede ser?

-Alonso cálmate-dijo el idiota ese-.

-¡No me pidas que me calme, Mouque!-metí la mano en mi chaqueta y saque una pistola-.

-¡Aah!, no Alonso, baja esa cosa-dijo Zoe-.

-¿Qué? ¿Temes que mate a tu amado violador?

-No, temo que te metan a ti a prisión por algo tonto, baja la pistola.

La baje y me dirigí a mí auto.

-Alonso...

-Déjame en paz.

Subí y arranque rápidamente, di la vuelta casi haciendo que mi auto se volteara y me retire. Llegue a mí casa y avente todo lo que encontré a mí paso. Llegue a mí cocina y tome un cuchillo, lo pase por mi brazo haciendo tres cortadas en él como si fueran rasguños profundos. La sangre caía a chorros. Me estaba desangrando. Me acerque al teléfono y marque el número de Freddy.

-¿Hola?-se escucho una voz adormilada-.

-Freddy... ayúdame.

-¿Alonso? ¿Qué pasa?

-Me estoy desangrando... v-ven... p-pronto.


ANGEL SUICIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora