Luego de que Flavia dejase el apartamento, Susy tomó el mando. Terminó la cena y colocó la mesa. Susy sabía muy bien toda la historia entre Flavia y su padre. Esa es una de las razones por la que Flavia y ella se hicieron tan amigas.
Asher, se fue tras Flavia apenas ella cerró la puerta. Andrew no sabía qué hacer—. ¿Qué haces aquí? Deberías ir con Flavia —le dijo Susy en modo de regaño unos quince minutos después.
Cuando Andrew llegó a la azotea, no vió nada, trató de buscar a Flavia con la mirada pero todo estaba muy oscuro. Sólo oyó sollozos y caminó hacía el sonido con cautela.
Al llegar cerca de Flavia la vió junto a Asher y decidió esconderse, pero continuaba observándolos con atención. Asher hablaba con Flavia mientras esta lloraba, sus frentes estaban unidas, Andrew nunca había sentido aquel nivel de celos.
Luego, sintió como todo se detuvo. Asher y Flavia juntaron sus labios en un cómodo y apasionado beso. Andrew se llenó de ira, miedo y frustración—Yo lo sabía. Maldita sea, lo logró. Beckett, la ha tenido siempre. Que imbécil soy —piensa Andrew, sin notarlo siente como sus lágrimas bañan su rostro —. ¿Qué hago ahora? —Andrew cepilla su cara con frustración e impotencia. No puede dejar de mirar como su novia lo engaña, se besan con total confianza—. Flavia, yo confiaba en ti. Yo te amaba con todo. Creí en cada una de las palabras que dijiste. Ahora, ya no sé qué fue real.
Andrew decide regresar al departamento.
Todos se encuentran en la mesa cenando, bromeando y riendo—. ¿Viste un fantasma? ¿Te encuentras bien? Andrew —dice divertida Gisselle.
—Sí, todo bien. ¿Me guardaron algo de comer? —Andrew intenta sonreír, pero, tiene ganas de vomitar.
—¿Dónde están Flavia y Asher? —pregunta Diletta.
—No los vi. No sé dónde estarán —trata de ocultar Andrew mientras en su cabeza tiene flashes de recuerdos sobre Asher y Flavia en la azotea.
Todos continúan bromeando y cenando. A los pocos minutos llegan Asher y Flavia, esta última con la cara muy hinchada, pero, con una gran sonrisa en el rostro—. Hija, ¿qué te pasó en las manos? —Diletta la observa con preocupación.
—Una pared tropezó con ellas —ríe Flavia—. Tranquila, mamá. No es nada, ¿cómo quedó la comida?
—Está muy bueno todo —todos comienzan a regalarle halagos a Flavia respecto a la cena.
—Siéntense, solo faltan ustedes dos por comer —dice Gisselle.
—Ellos ya comieron, y muy bien —Andrew habla entre dientes mientras juega con la comida en su plato.
Asher y Flavia se sientan y comienzan a comer.
—¿Cómo dices amor? —Flavia se dirige a Andrew.
—Nada, hermosa —Andrew le lanza una sonrisa fingida, que Flavia cree con facilidad.
Flavia está sentada junto a Susy— ¿Todo bien? —Susy le sonríe a su amiga.
—Todo perfecto, un poco más de lo mismo —Flavia le devuelve la sonrisa.
—¿Andrew estaba con ustedes? —Flavia lo mira de reojo mientras oye con atención a su amiga—. Cuando llegó estaba pálido, y tenía cara de enfermo —Susy ríe por lo bajo.
Flavia observa a Andrew con disimulo—. No estaba con nosotros, ni siquiera sabía que había salido del departamento. ¿Crees que haya visto algo?
—¿Había algo que ver? —pregunta Susy.
—Asher y yo nos besamos —Flavia habla con obviedad.
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Hasta Que El Infierno Se Congele ©
RomanceAsher Beckett. Flavia D'Ambrossio. Él no es ni el popular, ni el perdedor de la clase, es solo Asher y con eso bastó. Ella no era nadie, era complicada, no le gustaba la atención pero tenía una personalidad tan fuerte que destacaba por si sola. La...