Asher despierta primero y observa a su chica—. Por fin amor, somos novios. Después de todos estos años, novios. Somos tan idiotas —Asher ríe por lo bajo para no despertar a Flavia—. Perdimos el tiempo con personas que no son para nosotros, esto es solo el comienzo de todo, te lo aseguro.
—Asher, deja de mirarme —Flavia interrumpe los pensamientos de Asher.
—No lo hacía, dame un beso —responde Asher, algo apenado.
—Nada de besos antes de lavarse los dientes, prepárame algo de desayunar; yo aún tengo sueño —Flavia se da media vuelta toma gran parte de la manta que los cubría, y se dispone a seguir durmiendo.
—Ya me acorde porque me enamoré de ti, eres tan tierna en las mañanas —Asher deposita un beso sobre los cabellos de ella y se levanta de la cama.
Asher camina en dirección al baño, luego de unos minutos ya está listo para comenzar el día.
Observa a Flavia, piensa en molestarla, pero luego desiste de la idea al recordar lo malhumorada que es durante las mañanas.
Camina en dirección a la puerta—. Asher...—se detiene y se gira para ver a Flavia, quien sigue medio dormida.
—Flavia...—responde imitándola.
—Te amo.
—Te amo mucho más, Nikki —dicho esto Flavia se gira dispuesta dormir y Asher sale de la habitación.
—Debería llamar a mamá —piensa Asher antes de buscar su celular devuelta en la habitación.
Nadie más estaba aparentemente despierto.
Regresa a la sala de estar con su celular en mano, ve la hora 9:44 A.M—. Mamá debe estar despierta, ella nunca duerme la verdad —Asher marca el número y espera con el celular en su oído.
—Aló —responde Julia con su tono de voz dulce.
—Madre mía —contesta Asher.
—¿Henry hijo eres tú?
—Me alegra saber que estas de buen humor, mamá. Soy tu hijo favorito, Asher.
—No creo en los favoritismos, Asher. ¿Todo bonito hijo?
—Todo bonito, mamá.
—¿Cuándo volverás a vivir en tú casa? Te extraño y a Flavi. ¿Cómo está Diletta?
—Mamá, duermo en la casa casi todos los días. Excepto los viernes —ambos ríen—. Diletta está progresando, tendrá que hacer un viaje esta semana para realizarse una serie de exámenes.
—Qué bueno, me alegro mucho, tal vez hoy vaya a visitarla, Diletta y yo somos grandes amigas y me apena no haberla ido a visitar aún.
—Flavia y yo somos novios.
Lo siguiente que oyó Asher fue un gran grito al otro lado de la línea, obligándolo a separar un poco el teléfono de su oreja—. LO SABÍA, DILETTA Y YO HABÍAMOS APOSTADO QUE ESTARÍAN JUNTOS ANTES DE LA UNIVERSIDAD.
—¿Cuantas personas han apostado respecto a Flavia y yo? —Asher ríe—. Daniel y Gisselle hicieron algo parecido.
—Asher, por cierto. Henry estará con nosotros una temporada.
—¿Debido a que?
—Está de vacaciones en su universidad, y decidió estar estas vacaciones con nosotros. Será como en los viejos tiempos.
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Hasta Que El Infierno Se Congele ©
RomanceAsher Beckett. Flavia D'Ambrossio. Él no es ni el popular, ni el perdedor de la clase, es solo Asher y con eso bastó. Ella no era nadie, era complicada, no le gustaba la atención pero tenía una personalidad tan fuerte que destacaba por si sola. La...