Flavia POV's.
—¿Asher acaba de decir que estaba con Andrew o fue solo mi imaginación? Él está hablando sobre algo respecto a sus clases de Kickboxing, y la razón por la cual cambiaron sus horarios. Pero realmente no le estoy prestando la más mínima atención, ¿se dará cuenta de que mi mente está navegando en un millón de posibilidades mientras le observo los hermosos ojos que tiene? —sonrío inconscientemente a un Asher que habla mucho—. Se le hacen unos pequeños hoyuelos cuando sonríe. Y esos ojitos me miran con gran atención, cuando habla de Kickboxing habla con mucha pasión —asiento con la cabeza para que no note lo distraída que estoy—. ¿Por dejó de hablar? ¿Me hizo una pregunta?
—Flavia, regresa. Estás en tu mundo de nuevo —oigo que me dice mientras parpadeo un par de veces, este chico me conoce muy bien.
—Disculpa, amor. Pero...—no sé cómo Asher pueda reaccionar a esta pregunta.
Noto como se impacienta ante mi silencio—Dime.
—¿Qué cuernos hacías con Andrew? —Me oí como mi madre. ¿Mamá ya habrá llegado a casa?
—Lo supuse, la verdad me extrañó que no me interrumpieras desde la primera vez que lo dije.
—No he podido pensar en otra cosa desde que lo dijiste, pero, cuando hablas respecto a Kickboxing me es imposible interrumpirte.
—Fui a hablar con él y ya. Estoy seguro que no te molestará más, además le termine en tu lugar.
—¿Hablaron y ya? —No creo que ellos puedan hablar y ya, si antes se mataban a miradas. Ahora que hay razones reales para odiar a Andrew, no creo que Asher deje pasar la oportunidad.
—Princesa...—Asher me observa con un rayo de culpa en la mirada.
—Asher, dime la verdad. Prometo que no me molestaré —lo digo en serio.
—Llegué, no había nadie. Lo esperé, comenzamos a decirnos cosas, luego, él dijo algo sobre ti. Y yo perdí el juicio y lo golpee. Lo golpee varias veces, le advertí que se mantuviera alejado de ti o no respondía por mis actos.
—Sé que no está bien que Asher haya reaccionado así, pero, me causa cierto alivio. Y me hace sentir bien, me hace sentir protegida de algún modo. Tengo miedo de que Asher note la dependencia que estoy comenzando a sentir hacia él —me levanto y le dejo un beso sobre sus labios—. Gracias, amor.
—Creía fielmente en que te molestarías, me sorprendiste.
—Dos veces en un día, estoy en buena racha hoy creo —a veces, con Asher digo cada estupidez.
—Hermosa, ¿te puedo pedir un favor?
—Claro amor —solo espero que me diga que quiere ser mi novio—. Pídeme lo que quieras.
—¿Mañana puedes no estar ocupada?
Observo a Asher con ganas de darme una fuerte palmada en la frente—. Claro amor. ¿Por qué?
Asher me observa con una seguridad que no había visto antes—. Saldrás mañana.
—¿Saldremos mañana? —las esperanzas de que por fin pueda llamarlo mi novio vuelven. Lo observo con la mejor mirada enamorada que tengo, cuando noto que... ¿Se está riendo? ¿Por qué se ríe?—. Asher...
—¿Recuerdas mi horario? Los viernes son mis días más ocupados de la semana. Pero, Jake me pidió que te dijera que mañana distrajeras a Susy, mientras él hacía algo para pedirle que sea su novia.
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Hasta Que El Infierno Se Congele ©
RomanceAsher Beckett. Flavia D'Ambrossio. Él no es ni el popular, ni el perdedor de la clase, es solo Asher y con eso bastó. Ella no era nadie, era complicada, no le gustaba la atención pero tenía una personalidad tan fuerte que destacaba por si sola. La...